"Teatro de la guerra. Campamento TuyuCué"
Item
Código de referencia
AR-BN-PIP-CLVM-PRE-lt-Nº000
Fechas
09 y 10-03-1868
Título/Asunto
"Teatro de la guerra. Campamento TuyuCué"
Nombre de publicación/Lugar
La Tribuna - Buenos Aires
Alcance y Contenido
Artículo publicado en La Tribuna el 9 y 10 de marzo de 1868, nro. 4231, p. 2, columna 1. Sección: “Teatro de la guerra”. Con fecha del 4 de marzo y la firma de Tourlourou (seudónimo). Los hechos de armas se suceden y la guerra parece destinada a prolongarse. Importancia de dominar o destruir las posiciones paraguayas en Chaco. Consecuencias de la crecida del río Paraguay. Ataque del enemigo durante la noche, por el río, termina en uno de los episodios más sangrientos del conflicto. Solano López parece capaz de incendiar Asunción. Hipótesis sobre acciones militares futuras. Un parlamentario paraguayo en el campamento aliado. Noticia de última hora: un desertor paraguayo aporta información sobre los movimientos del enemigo.
Idioma
Español
Firma /Seudónimo
Tourlourou (Seudónimo de Lucio V. Mansilla)
Nivel de descripción
UD Simple
Volumen y Soporte
1 ejemplar - Digital
Tipología documental
Artículo
Nombre del creador
PIP Mansilla
Existencia y localización de originales
Original en poder de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional "Mariano Moreno"
Transcripción
TEATRO DE LA GUERRA
—
Campamento TuyuCué
Marzo 4 de 1868.
Los hechos de armas se suceden. Lopez está
casi bloqueado, pero resiste y la guerra dura y
durará quien sabe cuanto tiempo mas, cumplén-
dose así mis previsiones.
Los brasileros ocuparon sin resistencia, por
no haber hallado enemigos, el punto de la costa
denominado Timbó.
Ahora se trata de dominar las baterías enemi-
gas establecidas en el Chaco, en el punto que los
paraguayos llaman Nuevo establecimiento. Estas
baterias hallándose á flor de agua fueron las
que mas hicieron sufrir á los monitores y en-
corazados el dia del pasaje de Humaitá.
Su destruccion es de la mayor importan-
cia. Existiendo ellas la division encorazada
que subió al Norte de Humaitá no puede ba-
jar sin riesgo á cruzar sus fuegos con la que
quedó al Sur, que se halla entre Curupaití
y Humaitá. El Nuevo establecimiento por el
Norte es con relacion á Humaitá lo que Curu-
paití por el Sur, con esta diferencia, que el rio
Paraguay frente á Curupaití es mas ancho, per-
mitiendo ahora que está estraordinariamente
crecido que hasta los buques de madera lo cru-
cen sin sufrir averías, como ha sucedido noches
pasadas.
Dos cañoneras de la division de Curuzú subie-
ron aguas arriba hasta la 1.a gran division en-
corazada conducioendo municiones y viveres sin
obstáculo á pesar del fuego vivísimo hecho por
las baterias enemigas. La creciente es tan gran-
de que el ferro-carril del Chaco, que ligaba la
escuadra de madera con la encorazada es como
si no existiera. Una lancha á vapor que hace de
trasporte por los bañados varó últimamente so-
bre un árbol inmenso de alto que estaba cubierto
por las aguas. Las ruedas se enredaron en las
ramas y fué necesario un trabajo muy formal
para sacarlo.
Las aguas del rio Paraguay han sido el teatro,
en la noche del 1.° al 2—de uno de los hechos
mas bárbaros y sangrientos de esta guerra.
Veinte y cinco canoas tripuladas por sete-
cientos hombres escojidos es-profeso, fuertes,
robustos, jóvenes, diestros nadadores, armados
de sables, revolvers y grandas de mano asalta-
ron á favor de la oscuridad los encarazados Her-
bal y Cabral, que formaban la vanguardia de la
Primera gran division naval.
Acostumbrados estos infelices paraguayos á
mirar con el mas profundo desprecio á los bra-
sileros, tanto que dias pasados les gritaban de la
costa en el momento en que pasaba muy cerca
de ella un encorazado, —macaquitos! macaqui-
tos! y obedecer ciegamente las órdenes del des-
pota que los sacrifica sin piedad, lanzáronse
resueltamente á su empresa consiguiendo en
efecto trepar á la cubierta de los susodichos
buques, que sorprendidos por la rapidez y osa-
dia dal abordaje no tuvieron tiempo ni pudieron
levar ans anclas.
Visto esto por la reserva, dos encorazados se
pusieron en el acto en movimiento y acudieron
en proteccion de los abordados, completaron la
carniceria sumerjiéndo á trompazos las frájiles
canoas paraguayas ó triturándolas en mil peda-
zos. Mientras estos se llevaban por delante las
embarcaciones enemigas hundiéndolas ó despe-
dazándolas, y con tiros de metralla hechos por
piezas de á doscientos cincuenta á quema ropa
mataban á los que intentaban ganar la costa á
nado, —á bordo de los abordados tenia lugar la
mas horrenda carniceria. Los paraguayos te-
niendo que caminar sobre unas cubiertas guar-
necidas de clavos cortantes y punzantes no
podían tenerse de pié; caian y eran quemados
vivos instantáneamente por chorros de agua
caliente que brotaban de todos lados de babor á
estribor, de popa á proa.
Los que buscaban salvacion arrojándose al
agua perecieron ahogados por las olas que for-
maban los encorazados de reserva jirando al
rededor de los atacados ó á [ilegible], y los
que no morían ahogados o fusilados en el agua,
sucumbian á bordo asfixiados por el humo de
la pólvora ó deshechos por la metralla, porque
las torres jiratorias dando vueltas en todas di-
recciones barrian la cubierta haciendo fuego so-
bre los desgraciados asaltantes, que en medio
de la oscuridad y hechos un peloton no atina-
ban al último ni á escapar de la muerte lan-
zándose al rio.
Aquello debió ser espantoso. Por muy fami-
liarizado que este uno con la muerte de sus se-
mejantes la sangre se hiela en las venas al re-
ferirlo, y es por primera vez quizá que los ana-
les del mundo militar moderno registran un he-
cho, del cual puede decirse, sin que peligre la
verdad, que no se ha salvado ninguno de los que
lo provocaron, si se eceptuan algunos prisione-
ros, entre ellos un capaitan, que quedaron en
poder de los abordados y los que tripulaban
cuatro canoas que iban de reserva y que al ver
moverse los dos encorazados referidos se que-
daron en la costa del Chaco.
Apesar de todo, uno de los encorazados abor-
dado ha sufrido basteten el interior, porque los
paraguayos siempre consiguieron introducirle
algunas granadas por el caño de la chimenea.
Dicese que su máquina está inutilizada y que
tendrá que bajar al Cerrito para componerla.
De todas las empresas del enemigo ningua,
mas audaz ni descabellada que esta. Ella revela
dos cosas, ó un esceso de médios humanos para
proseguir la lucha ó un esceso de desesperacion,
poniendo de manifiesto la torpeza de Lopez y su
desprecio impío por la vida del pueblo que lo
defiende y lo sostiene. Despues de esto nada
debe sorprendernos y á todo debemos estar pre-
parados.
Los rusos quemaron á Moscow. Lopez es ca-
paz de quemar hasta la última aldea del Pa-
raguay. Hace año y medio que hablando del
sacrificio de este pueblo yo decia. Cuando ven-
zamos á Lopez y busquemos el pueblo paragua-
yo hallaremos un cadáver. Al paso que vamos
ni eso hallaremos, teniendo que esclamar: Cam-
pos ubi Troya fuit! (1)
Con relación á operaciones futuras insisto
en mi opinion anterior, creo que por ahora
ellas se reduciran á estrechar el sitio, pro-
curando hacer efectivo el bloqueo. Conviene
por consiguiente decir que el enemigo tiene
todavia por el frente del Cahco una puerta como
de cuatro leguas. Tomado ó dominado el nuevo
establecimiento esta se achicara. Pero mien-
tras subsista Humaitá, si no ocupamos el Chaco
como lo he dicho, el bloqueo no será jamas es-
trieto.
Ayer hemos tenido á un parlamentario, que
á mas de cuatro les hizo creer que Lopez hacia
proposiciones.
La ilusion no tardó en desvanecerse, porque
luego se dijo que su objeto era conducir pliegos
de los agentes diplomáticos en la Asuncion.
Era el parlamentario un Coronel Caballero. Su
séquito que era numeroso venia vestido con ro-
pa flamante. uno y otro se retiraron muy des-
contentos. Quejáronse de que nadie viniera á
hablar con el. Antes cuando mandaba el ejér-
cito Mitre, le dijo Caballero al gefe brasilero que
lo recibió, “nos trataban mejor”. Así será repuso
este. “Antes mandaba Mitre y ahora manda
Caxias”.
El envio de estos pliegos prueba que el enemi-
go no está incomunicado con el resto del pais á
pesar de haber subido arriba de Humaitá una
division encorazada. Ya lo he dicho: todavia
tiene una gran puerta.
Son las dos de la mañana y no ha llegado el
correo.
El estado sanitario así así.
Comienza el chucho. Es huesped de Marzo.
Tourlourou.
P.S. Un pasado declara: que el enemigo
reconcentra su artillería volante sobre Humaitá,
dejando en la trinchera de dicho punto solo una
pieza de grueso calibre cada dos cuerdas (200
varas.) Antes habia una pieza en cada cuerda y
artillería volante interpolada. Querrá Lopez
escaparse por el Chaco asi que baje el rio?
Quierrá intentar una retirada por nuestra dere-
cha?
——
Espero que este latin no será asesinado
como uno de dias pasados, que segun noticias
me ha valido una felpa. Declaro sin embargo
que soy mas fuerte en latines que en latin. Mo
amolas plumas del grajo.
—
Campamento TuyuCué
Marzo 4 de 1868.
Los hechos de armas se suceden. Lopez está
casi bloqueado, pero resiste y la guerra dura y
durará quien sabe cuanto tiempo mas, cumplén-
dose así mis previsiones.
Los brasileros ocuparon sin resistencia, por
no haber hallado enemigos, el punto de la costa
denominado Timbó.
Ahora se trata de dominar las baterías enemi-
gas establecidas en el Chaco, en el punto que los
paraguayos llaman Nuevo establecimiento. Estas
baterias hallándose á flor de agua fueron las
que mas hicieron sufrir á los monitores y en-
corazados el dia del pasaje de Humaitá.
Su destruccion es de la mayor importan-
cia. Existiendo ellas la division encorazada
que subió al Norte de Humaitá no puede ba-
jar sin riesgo á cruzar sus fuegos con la que
quedó al Sur, que se halla entre Curupaití
y Humaitá. El Nuevo establecimiento por el
Norte es con relacion á Humaitá lo que Curu-
paití por el Sur, con esta diferencia, que el rio
Paraguay frente á Curupaití es mas ancho, per-
mitiendo ahora que está estraordinariamente
crecido que hasta los buques de madera lo cru-
cen sin sufrir averías, como ha sucedido noches
pasadas.
Dos cañoneras de la division de Curuzú subie-
ron aguas arriba hasta la 1.a gran division en-
corazada conducioendo municiones y viveres sin
obstáculo á pesar del fuego vivísimo hecho por
las baterias enemigas. La creciente es tan gran-
de que el ferro-carril del Chaco, que ligaba la
escuadra de madera con la encorazada es como
si no existiera. Una lancha á vapor que hace de
trasporte por los bañados varó últimamente so-
bre un árbol inmenso de alto que estaba cubierto
por las aguas. Las ruedas se enredaron en las
ramas y fué necesario un trabajo muy formal
para sacarlo.
Las aguas del rio Paraguay han sido el teatro,
en la noche del 1.° al 2—de uno de los hechos
mas bárbaros y sangrientos de esta guerra.
Veinte y cinco canoas tripuladas por sete-
cientos hombres escojidos es-profeso, fuertes,
robustos, jóvenes, diestros nadadores, armados
de sables, revolvers y grandas de mano asalta-
ron á favor de la oscuridad los encarazados Her-
bal y Cabral, que formaban la vanguardia de la
Primera gran division naval.
Acostumbrados estos infelices paraguayos á
mirar con el mas profundo desprecio á los bra-
sileros, tanto que dias pasados les gritaban de la
costa en el momento en que pasaba muy cerca
de ella un encorazado, —macaquitos! macaqui-
tos! y obedecer ciegamente las órdenes del des-
pota que los sacrifica sin piedad, lanzáronse
resueltamente á su empresa consiguiendo en
efecto trepar á la cubierta de los susodichos
buques, que sorprendidos por la rapidez y osa-
dia dal abordaje no tuvieron tiempo ni pudieron
levar ans anclas.
Visto esto por la reserva, dos encorazados se
pusieron en el acto en movimiento y acudieron
en proteccion de los abordados, completaron la
carniceria sumerjiéndo á trompazos las frájiles
canoas paraguayas ó triturándolas en mil peda-
zos. Mientras estos se llevaban por delante las
embarcaciones enemigas hundiéndolas ó despe-
dazándolas, y con tiros de metralla hechos por
piezas de á doscientos cincuenta á quema ropa
mataban á los que intentaban ganar la costa á
nado, —á bordo de los abordados tenia lugar la
mas horrenda carniceria. Los paraguayos te-
niendo que caminar sobre unas cubiertas guar-
necidas de clavos cortantes y punzantes no
podían tenerse de pié; caian y eran quemados
vivos instantáneamente por chorros de agua
caliente que brotaban de todos lados de babor á
estribor, de popa á proa.
Los que buscaban salvacion arrojándose al
agua perecieron ahogados por las olas que for-
maban los encorazados de reserva jirando al
rededor de los atacados ó á [ilegible], y los
que no morían ahogados o fusilados en el agua,
sucumbian á bordo asfixiados por el humo de
la pólvora ó deshechos por la metralla, porque
las torres jiratorias dando vueltas en todas di-
recciones barrian la cubierta haciendo fuego so-
bre los desgraciados asaltantes, que en medio
de la oscuridad y hechos un peloton no atina-
ban al último ni á escapar de la muerte lan-
zándose al rio.
Aquello debió ser espantoso. Por muy fami-
liarizado que este uno con la muerte de sus se-
mejantes la sangre se hiela en las venas al re-
ferirlo, y es por primera vez quizá que los ana-
les del mundo militar moderno registran un he-
cho, del cual puede decirse, sin que peligre la
verdad, que no se ha salvado ninguno de los que
lo provocaron, si se eceptuan algunos prisione-
ros, entre ellos un capaitan, que quedaron en
poder de los abordados y los que tripulaban
cuatro canoas que iban de reserva y que al ver
moverse los dos encorazados referidos se que-
daron en la costa del Chaco.
Apesar de todo, uno de los encorazados abor-
dado ha sufrido basteten el interior, porque los
paraguayos siempre consiguieron introducirle
algunas granadas por el caño de la chimenea.
Dicese que su máquina está inutilizada y que
tendrá que bajar al Cerrito para componerla.
De todas las empresas del enemigo ningua,
mas audaz ni descabellada que esta. Ella revela
dos cosas, ó un esceso de médios humanos para
proseguir la lucha ó un esceso de desesperacion,
poniendo de manifiesto la torpeza de Lopez y su
desprecio impío por la vida del pueblo que lo
defiende y lo sostiene. Despues de esto nada
debe sorprendernos y á todo debemos estar pre-
parados.
Los rusos quemaron á Moscow. Lopez es ca-
paz de quemar hasta la última aldea del Pa-
raguay. Hace año y medio que hablando del
sacrificio de este pueblo yo decia. Cuando ven-
zamos á Lopez y busquemos el pueblo paragua-
yo hallaremos un cadáver. Al paso que vamos
ni eso hallaremos, teniendo que esclamar: Cam-
pos ubi Troya fuit! (1)
Con relación á operaciones futuras insisto
en mi opinion anterior, creo que por ahora
ellas se reduciran á estrechar el sitio, pro-
curando hacer efectivo el bloqueo. Conviene
por consiguiente decir que el enemigo tiene
todavia por el frente del Cahco una puerta como
de cuatro leguas. Tomado ó dominado el nuevo
establecimiento esta se achicara. Pero mien-
tras subsista Humaitá, si no ocupamos el Chaco
como lo he dicho, el bloqueo no será jamas es-
trieto.
Ayer hemos tenido á un parlamentario, que
á mas de cuatro les hizo creer que Lopez hacia
proposiciones.
La ilusion no tardó en desvanecerse, porque
luego se dijo que su objeto era conducir pliegos
de los agentes diplomáticos en la Asuncion.
Era el parlamentario un Coronel Caballero. Su
séquito que era numeroso venia vestido con ro-
pa flamante. uno y otro se retiraron muy des-
contentos. Quejáronse de que nadie viniera á
hablar con el. Antes cuando mandaba el ejér-
cito Mitre, le dijo Caballero al gefe brasilero que
lo recibió, “nos trataban mejor”. Así será repuso
este. “Antes mandaba Mitre y ahora manda
Caxias”.
El envio de estos pliegos prueba que el enemi-
go no está incomunicado con el resto del pais á
pesar de haber subido arriba de Humaitá una
division encorazada. Ya lo he dicho: todavia
tiene una gran puerta.
Son las dos de la mañana y no ha llegado el
correo.
El estado sanitario así así.
Comienza el chucho. Es huesped de Marzo.
Tourlourou.
P.S. Un pasado declara: que el enemigo
reconcentra su artillería volante sobre Humaitá,
dejando en la trinchera de dicho punto solo una
pieza de grueso calibre cada dos cuerdas (200
varas.) Antes habia una pieza en cada cuerda y
artillería volante interpolada. Querrá Lopez
escaparse por el Chaco asi que baje el rio?
Quierrá intentar una retirada por nuestra dere-
cha?
——
Espero que este latin no será asesinado
como uno de dias pasados, que segun noticias
me ha valido una felpa. Declaro sin embargo
que soy mas fuerte en latines que en latin. Mo
amolas plumas del grajo.
Fecha válida
1868-03-09