República argentina - Crónica de la quincena
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Mansilla hace un extenso comentario de una simulación de guerra ocurrida a principio de ese mes, mayo de 1892, alrededor de los campos del Talar. Comienza comentando que en ningún país el ejército se identifica tanto con el pueblo como en una democracia, por lo cual no le sorprende que dicha simulación haya contado con tantos testigos que se acercaron a presenciarla. Sobre los comandantes en jefe de la "guerra", afirma que se ha dejado ver el temperamento de cada uno de ellos y critica a ambos que "han perdido tiempo en tomar demasiadas precauciones". Sobre el comabate en sí mismo, manifiesta que, a pesar de haber sido una acción prevista, no se pudieron evitar situaciones inverosímiles, que no les permitieron a los jefes "libertad de acción de hacer las cosas como en la «guerra verdadera»". También critíca que el encuentro bélico terminó demasiado rápido y comenta la función que cumplieron los árbitros. Afirma luego que "no se necesitaban maniobras para saber que nuestras tropas de línea son resistentes, lo mismo que nuestra «milicia» tiene entusiasmo y brío" y que, además, "las deficiencias observadas, eran conocidas de antemano". Estas deficiencias se deben, según sostiene, a que la rutina aún no ha podido entenderse con el arte. A pesar de las críticas que elabora a lo largo del texto, considera que la simulación es "el primer jalón experimental puesto en el camino teórico del porvenir" de la guerra. Reflexiona también que en el territorio argentino que en la realidad el ejército se ha desempeñado mejor que en la ficción y ejemplifica a partir de "campañas y batallas típicas, combates y encuentros en los que la táctica y la solidez han rivalizado",entre los que menciona Chacabuco, Tuyuti, la Tablada, Caseros, la expedición al Desierto "en tiempos de Rozas" y la conquista de la Pampa, "por Roca". Luego de esto, se produce un quiebre en el tema de la Crónica y Mansilla reflexiona sobre el estado de sitio, afirmando que "las cuestiones de principios que atañen al prójimo deberían preocuparnos siempre" y preguntándose si las instituciones estarán en su solsticio. Finalmente, menciona un conflicto estudiantil resuelto con la creación de un Instituto libre de enseñanza. Termina la crónica reflexionando sobre la paz y la libertad y refiriéndose a que el Dr. Luis Saenz Peña será presidente en un futuro.