"Teatro de la guerra. Importantísima carta de Tourlourou"
Item
Código de referencia
AR-BN-PIP-CLVM-PRE-lt-Nº0379
Fechas
24, 25, 26 y 27-02-1868
Título/Asunto
"Teatro de la guerra. Importantísima carta de Tourlourou"
Nombre de publicación/Lugar
La Tribuna - Buenos Aires
Alcance y Contenido
Artículo publicado en La Tribuna el 24, 25, 26 y 27 de febrero de 1868, nro. 4221, p. 2, columna 6. Sección: “Teatro de la guerra”. Con fecha del 21 de febrero y la firma de Tourlourou (seudónimo). Señala que el boletín sobre el ataque victorioso a Humaitá remarca que el triunfo fue de las armas brasileñas. Asegura que de continuar Mitre al mando el triunfo se habría adjudicado a “las armas aliadas”. Repaso y crítica de las decisiones tomadas por el marqués de Caxias tras la victoria. Rectifica noticias brindadas en entregas anteriores. Transcribe el boletín. Luego, lo desmiente parcialmente y analiza las decisiones estratégicas tomadas por oficiales brasileños. Reivindicación de los cálculos de Mitre sobre el poder del enemigo. Hipótesis sobre el final de la guerra. Deudas con proveedores del ejército.
Idioma
Español
Firma /Seudónimo
Tourlourou (Seudónimo de Lucio V. Mansilla)
Nivel de descripción
UD Simple
Volumen y Soporte
1 ejemplar - Digital
Tipología documental
Artículo
Nombre del creador
PIP Mansilla
Existencia y localización de originales
Original en poder de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional "Mariano Moreno"
Transcripción
Campamento Tuyu-Cué.
Transcribo a continuación el Boletín que sido repartido ayer, y como soy tan suspicaz llamo la atención sobre los términos en que está redactado.
Gran triunfo de las armas imperiales, se die, y a renglón seguido se añade, de los cuales doscientos argentinos.
El presidente Mitre habría puesto gran triunfo de las _armas aliadas_; pero está visto que si _noblesse oblige_, no es cuando se trata de laureles militares. Creo que es Napoleón quien ha dicho que la gloria no se comparte con nadie.
¡Sea en buena hora! Muéstrese el Marqués de Caxias ávido de las glorias del ejército imperial. Hace bien en no acordarse siquiera de los doscientos aliados que lo acompañaron, -ni de los demás que le guardaban las espaldas. No le disputamos sus victorias. Pero si esto es justo, -justo es también que sólo el ejército imperial cargue con la responsabilidad ante el mundo y la historia, con la responsabilidad de haber mandado destruir cuanto se encuentre en el trayecto de Humaitá a la Asunción, bombardeando esta capital, haga resistencia o no. Es u derecho nuevo de la guerra.
A lo que dice el Boletín debo añadir que la guarnición de Laureles, que creíamos que cayese prisionera se ha escapado, no sé por dónde ni cómo.
Tomado el Establecimiento, el Marqués hizo una almohada de sus laureles y en lugar de imitar a Carlos XII que se pasaba setenta y dos horas sin dormir, acuéstase sobre ella, para ir enseguida a recibir las ovaciones de la escuadra en Tayí y los _ave César_ de esta guarnición.
_Time is money_, en el comercio, y en la guerra duerme mucho hace pocos prisioneros. Es lo que ha sucedido. Felizmente lo conseguido es bastante para que estemos satisfechos plenamente de la jornada del 19, y si hablo del sueño del Marqués, más que con el propósito de hacer ver que los generales deben dormir poco es por referir una anécdota curiosa, que a la vez que pinta la flema paraguaya, reve a que la estrella de S.E. es más que feliz.
Después que el Marqués durmió, resolviendo pasar a Tayí, dio orden de que arrasaran el Establecimiento, sin perdonar el mismo galpón donde en brazos de Morfeo y saboreando el suave beleño de un sueño cesáreo columpiándose en una hamaca había visto la sombra de la fama y la visión de la inmortalidad.
Casi al mismo tiempo que el Marqués ponía el pie en el estribo las llamas comenzaron su tarea de devastación, y elevándose hasta el techo del referido galpón, obligaron a una cosa de formas humanas que estaba acurrucada a cierta altura, a dejarse caer a plomo sobre el mismo punto en que había estado la hamaca de aquel.
Caer aquello, ni más ni menos que como en los cuentos del Pedro Grimales y apercibirse los que por allí andaban de que era un paraguayo fue todo uno. El pobre diablo estaba herido e interrogado, que hacía allí, contestó: “he estado viendo dormir al Marques.”
Esta contestación tan candorosa, al parecer, contrasta con la de un capitán prisionero, que aunque gravemente herido, se ha negado a declarar con una entereza poco común a cuanto ascendía la guarnición del establecimiento: _Norentz_, esto lo que ha contestado, como diciendo, tantos cuantos habéis muertos.
Antes de trascribir el boletín a que me refiero arriba, debo rectificar una noticia que di en mi carta anterior. Los diez hombres que se dijo era una guardia pasada resultaron ser dispersos del Establecimiento salidos s San Solano. Yo oí la noticia de boca de persona caracterizada y de verdad, y como me la dieron la di.
BOLETIN DEL EJÉRCITO
¡Gran triunfo de las armas imperiales en la madrugada del 19del corriente!
Una columna de cinco mil hombres de infantería, dos mil de caballería, de los cuales doscientos son argentinos, y algunas piezas del calibre de 4, al mando del Marqués de Caxias en persona, avanzaron en la noche del 18 sobre el flanco izquierdo de Humaitá y tomaron posesión.
A las 4 de la madrugada, 3 encorazados y 3 monitores forzaron el paso del río Paraguay frente a Humaitá.
Al mismo tiempo principió el bombardeo frente a Huamitá, en Curuzú, Laguna Piris, Tuyutí, Angulo, Tuyu-Cué y Tayí, sobre las fortificaciones enemigas.
Al romper el día llegaron sin novedad los encorazados y monitores brasileros frente a Tayí, donde fueron recibidos calorosamente por el primer cuerpo del Ejército allí acampado.
En este interín dirigía el Marqués de Caxias un rápido y vigoroso ataque a la bayoneta sobre el reducto denominado Establecimiento-puesto avanzado del enemigo entre Humaitá y Sonja Honda. Tenaz resistencia hizo el reducto fuertemente atrincherado, artillado y guarnecido por mas de batallones de infantería, un regimiento de caballería, los cuales apoyados por dos vapores fondeados en la laguna inmediata a la citada posición, barrían su gruesa artillería las avanzadas del reducto, y de huir de los encorazados que no podían apercibirlos en su pasada.
El combate duró desde las cinco hasta las ocho de la mañana, resultando muerta y aprisionada toda la guarnición del mismo reducto, y tomados 15 cañones de diversos calibres, gran número de armamento, municiones, equipos, víveres, caballos, bueyes, etc.
Por parte de los asaltantes hubieron fuera de combate, 16 oficiales muertos, 45 heridos y 1 contusos; individuos de tropa 132 muertos, 294 heridos y 25 contusos. Tota: 148 muertos, 339 heridos y 42 contusos.
La posición fue atacada por cinco batallones de infantería y un cuerpo de caballería que echó pie a tierra.
La artillería brasilera colocada después de tomado el reducto, hizo fuego sobre los dos vapores citados, los que después de apagados sus fuegos, lograron evadirse muy arruinados para Humaitá.
El Marqués, concluido el combate, siguió inmediatamente para Tayí a felicitar al jefe Delfín por el brillante hecho de su escuadrilla encorazada, siendo entusiastamente victoreado por las guarniciones de tierra y de mar, -determinándole a ese Jefe que con los encorazados Bahía, Barroso, y un monitor, subiese inmediatamente al río hasta la Asunción, destruyendo todo lo que encontrase en su trayecto, y fuese a bombardear esa capital, para adonde seguiría en breve un cuerpo e ejército de 10.000 hombres, organizado de fuerzas aliadas.
Tuyu-Cué 20 de Febrero de 1868.
Aunque el boletín dice que la escuadra pasó y llegó sin novedad frente a Tayí, no es del todo cierto, según afirman algunos que han estado a bordo.
El ingeniero Chodosiewich, que estuvo el 20 en Tayí, dice, que un encorazado llegó haciendo seis pulgadas de agua, me parece que es el Bahía, y que con excepción de los que habían subido aguas arriba los demás que lavan en compostura.
Ningún proyectil paraguayo has traspasado sus planchas macizas, pero la conmoción producida por el choque constante de las balas las han aflojado, descomponiendo las máquinas. Los que más sufrieron fueron el Tamandaré y el Alagoas. El primero recibió ciento veinte balas, y el segundo, que es monitor, y que por varios accidentes estuvo dos horas y media bajo el fuego, habiendo cruzado cinco veces la cadena, contó ciento ochenta choques, habiendo perdido la cuenta después.
Este monitor al cruzar por quinta vez la cadena, se acercó a la costa del Chaco, y al pasar por Timbó recibió fuego a tiro de pistola de un cañón wloorth de a 32 y de dos de a 64; las balas de estos últimos, siendo esféricas se hacían añicos sobre la coraza. El comandante y el vaqueano de este monitor salieron contusos de un pedazo de hierro que recibieron de una bala que al chocar se hizo mil pedazos.
No ha habido mas desgracias en toda la escuadra, a pesar de que el canal era iluminado de intervalo por una luz muy viva que aparecía en el Chaco deslumbrando a los vaqueanos y por cohetes de colores; a pesar de que el Alagoas fue abordado el mismo. Paso Timbó por unas veinte canoas, (que miedo no tendrían los que lo tripulaban), de las cuales varios se fueron a pique, en su empeño de evitar que el buque gobernara, siendo otras metrallados a boca de jarro. Los brasileros hacían fuego de revolver por las troneras de la torre giratoria y los paraguayos, contestaban con que…con flechas. ¡Desgraciada raza! El tirano la empuja, y ella marcha ciegamente a la muerte, sin contar el número, ni el poder de sus adversarios. Creer después de estos actos de heroísmo primitivo, cuando la de laureles viéndose perdida, en lugar de pasarse se ha abierto un camino Dios sabe por donde y como, creen decía después de todo esto que López se rendirá discreción me parece una quimera. El cumplirá lo que dijo en la conferencia de Yataití-Corá, me declararé vencido cuando haya muerto el último paraguayo.
El combate de Humaitá se inició rompiendo el fuego la batería Londres, fuego que fue contestado con repetidas andanadas de los encorazados que operaban el pasaje. Los otros doblando la punta de piedras del Sur, y anclando sobre la costa del Chaco 450 metros de las baterías de tierra, hicieron un fuego sostenido sobre ellos, en todas direcciones, regresando después que terminó el pasaje a su antiguo fondeadero.
Tal ha sido el famoso pasaje de Humaitá, en e que las armas paraguayas han sido balas que se quebraban, canoas y flechas.
El único obstáculo serio que en realidad había era la cadena y fue neutralizada por la naturaleza, mandaba una creciente nunca vista.
Los torpedos que era el mayor peligro no han surtido efecto aunque no he podido averiguar si en realidad los había.
Los buques más sólidos que tenía la marina imperial eran los encorazados, de modo que no se comprende como es que ara efectuar el pasaje se estuvo repitiendo hasta el fastidio, que era necesario esperar los monitores.
¡Misterios de la alianza!
Y la moral de todas estas, proezas; es que Tamandaré faltó a su deber en todas ocasiones, que José Ignacio ha perdido largos meses bombardeando a Humaitá, que el único que ha tenido la intuición de la verdad sobre los medios y el poder del enemigo en el río ha sido el General Mitre.
El hecho del 19 prueba que su memoria del es de Otubre, haciendo fuertes cargos a la escuadra, demostrando su poder y la debilidad relativa del enemigo no fue una fanfarronada, y el General debe estar satisfecho de haber visto con un ojo realmente militar lo que era Humaitá, lo que podría hacer la escuadra brasilera el día que se resolviese a pasar.
A los que llegasen a decir que me ciega la pasión, les contestaré con las pérdidas y averías sufridas en Humaitá el día 19.
Las batallas son gloriosas no por el número ni el poder de los que combaten sino por el heroísmo que en ellas se desplega.
No queremos despojar a nadie de su gloria; pero tampoco queremos hacer coro a los que hacen consistir la belleza de la guerra en los resultados.
El paso de Humaitá es la victoria definitiva en perspectiva; pero en él no hay sino una cosa digna de mención, -la intrepidez del _Alagoas_, cuyo jefe no perdió un solo instante la sangre fría.
Una pregunta muy natural, que todos se hacen aquí y que todos se harán ahí, es ¿qué hará López ahora, cuanto más durará la guerra?
Por ahora sigue trabajando en sus líneas, incomodándonos de noche en las avanzadas.
En cuanto a la duración de la guerra, es necesario tener noticias de lo que hayan hallado los encorazados, que han remontado el río Paraguay para destruir todo lo que encuentren y bombardear la Asunción para hablar con conocimiento de causa y no desbarrar.
Esperemos pues unos días.
Tenemos un calor espantoso y tantos mosquitos, insectos y sapos después de las últimas lluvias que decididamente no estamos en Cápua ni vamos para allá.
Ha sido conducido al ejército el espía del enemigo que se tomó en Corrientes.
El estado sanitario es satisfactorio.
_Tourlourou_
Transcribo a continuación el Boletín que sido repartido ayer, y como soy tan suspicaz llamo la atención sobre los términos en que está redactado.
Gran triunfo de las armas imperiales, se die, y a renglón seguido se añade, de los cuales doscientos argentinos.
El presidente Mitre habría puesto gran triunfo de las _armas aliadas_; pero está visto que si _noblesse oblige_, no es cuando se trata de laureles militares. Creo que es Napoleón quien ha dicho que la gloria no se comparte con nadie.
¡Sea en buena hora! Muéstrese el Marqués de Caxias ávido de las glorias del ejército imperial. Hace bien en no acordarse siquiera de los doscientos aliados que lo acompañaron, -ni de los demás que le guardaban las espaldas. No le disputamos sus victorias. Pero si esto es justo, -justo es también que sólo el ejército imperial cargue con la responsabilidad ante el mundo y la historia, con la responsabilidad de haber mandado destruir cuanto se encuentre en el trayecto de Humaitá a la Asunción, bombardeando esta capital, haga resistencia o no. Es u derecho nuevo de la guerra.
A lo que dice el Boletín debo añadir que la guarnición de Laureles, que creíamos que cayese prisionera se ha escapado, no sé por dónde ni cómo.
Tomado el Establecimiento, el Marqués hizo una almohada de sus laureles y en lugar de imitar a Carlos XII que se pasaba setenta y dos horas sin dormir, acuéstase sobre ella, para ir enseguida a recibir las ovaciones de la escuadra en Tayí y los _ave César_ de esta guarnición.
_Time is money_, en el comercio, y en la guerra duerme mucho hace pocos prisioneros. Es lo que ha sucedido. Felizmente lo conseguido es bastante para que estemos satisfechos plenamente de la jornada del 19, y si hablo del sueño del Marqués, más que con el propósito de hacer ver que los generales deben dormir poco es por referir una anécdota curiosa, que a la vez que pinta la flema paraguaya, reve a que la estrella de S.E. es más que feliz.
Después que el Marqués durmió, resolviendo pasar a Tayí, dio orden de que arrasaran el Establecimiento, sin perdonar el mismo galpón donde en brazos de Morfeo y saboreando el suave beleño de un sueño cesáreo columpiándose en una hamaca había visto la sombra de la fama y la visión de la inmortalidad.
Casi al mismo tiempo que el Marqués ponía el pie en el estribo las llamas comenzaron su tarea de devastación, y elevándose hasta el techo del referido galpón, obligaron a una cosa de formas humanas que estaba acurrucada a cierta altura, a dejarse caer a plomo sobre el mismo punto en que había estado la hamaca de aquel.
Caer aquello, ni más ni menos que como en los cuentos del Pedro Grimales y apercibirse los que por allí andaban de que era un paraguayo fue todo uno. El pobre diablo estaba herido e interrogado, que hacía allí, contestó: “he estado viendo dormir al Marques.”
Esta contestación tan candorosa, al parecer, contrasta con la de un capitán prisionero, que aunque gravemente herido, se ha negado a declarar con una entereza poco común a cuanto ascendía la guarnición del establecimiento: _Norentz_, esto lo que ha contestado, como diciendo, tantos cuantos habéis muertos.
Antes de trascribir el boletín a que me refiero arriba, debo rectificar una noticia que di en mi carta anterior. Los diez hombres que se dijo era una guardia pasada resultaron ser dispersos del Establecimiento salidos s San Solano. Yo oí la noticia de boca de persona caracterizada y de verdad, y como me la dieron la di.
BOLETIN DEL EJÉRCITO
¡Gran triunfo de las armas imperiales en la madrugada del 19del corriente!
Una columna de cinco mil hombres de infantería, dos mil de caballería, de los cuales doscientos son argentinos, y algunas piezas del calibre de 4, al mando del Marqués de Caxias en persona, avanzaron en la noche del 18 sobre el flanco izquierdo de Humaitá y tomaron posesión.
A las 4 de la madrugada, 3 encorazados y 3 monitores forzaron el paso del río Paraguay frente a Humaitá.
Al mismo tiempo principió el bombardeo frente a Huamitá, en Curuzú, Laguna Piris, Tuyutí, Angulo, Tuyu-Cué y Tayí, sobre las fortificaciones enemigas.
Al romper el día llegaron sin novedad los encorazados y monitores brasileros frente a Tayí, donde fueron recibidos calorosamente por el primer cuerpo del Ejército allí acampado.
En este interín dirigía el Marqués de Caxias un rápido y vigoroso ataque a la bayoneta sobre el reducto denominado Establecimiento-puesto avanzado del enemigo entre Humaitá y Sonja Honda. Tenaz resistencia hizo el reducto fuertemente atrincherado, artillado y guarnecido por mas de batallones de infantería, un regimiento de caballería, los cuales apoyados por dos vapores fondeados en la laguna inmediata a la citada posición, barrían su gruesa artillería las avanzadas del reducto, y de huir de los encorazados que no podían apercibirlos en su pasada.
El combate duró desde las cinco hasta las ocho de la mañana, resultando muerta y aprisionada toda la guarnición del mismo reducto, y tomados 15 cañones de diversos calibres, gran número de armamento, municiones, equipos, víveres, caballos, bueyes, etc.
Por parte de los asaltantes hubieron fuera de combate, 16 oficiales muertos, 45 heridos y 1 contusos; individuos de tropa 132 muertos, 294 heridos y 25 contusos. Tota: 148 muertos, 339 heridos y 42 contusos.
La posición fue atacada por cinco batallones de infantería y un cuerpo de caballería que echó pie a tierra.
La artillería brasilera colocada después de tomado el reducto, hizo fuego sobre los dos vapores citados, los que después de apagados sus fuegos, lograron evadirse muy arruinados para Humaitá.
El Marqués, concluido el combate, siguió inmediatamente para Tayí a felicitar al jefe Delfín por el brillante hecho de su escuadrilla encorazada, siendo entusiastamente victoreado por las guarniciones de tierra y de mar, -determinándole a ese Jefe que con los encorazados Bahía, Barroso, y un monitor, subiese inmediatamente al río hasta la Asunción, destruyendo todo lo que encontrase en su trayecto, y fuese a bombardear esa capital, para adonde seguiría en breve un cuerpo e ejército de 10.000 hombres, organizado de fuerzas aliadas.
Tuyu-Cué 20 de Febrero de 1868.
Aunque el boletín dice que la escuadra pasó y llegó sin novedad frente a Tayí, no es del todo cierto, según afirman algunos que han estado a bordo.
El ingeniero Chodosiewich, que estuvo el 20 en Tayí, dice, que un encorazado llegó haciendo seis pulgadas de agua, me parece que es el Bahía, y que con excepción de los que habían subido aguas arriba los demás que lavan en compostura.
Ningún proyectil paraguayo has traspasado sus planchas macizas, pero la conmoción producida por el choque constante de las balas las han aflojado, descomponiendo las máquinas. Los que más sufrieron fueron el Tamandaré y el Alagoas. El primero recibió ciento veinte balas, y el segundo, que es monitor, y que por varios accidentes estuvo dos horas y media bajo el fuego, habiendo cruzado cinco veces la cadena, contó ciento ochenta choques, habiendo perdido la cuenta después.
Este monitor al cruzar por quinta vez la cadena, se acercó a la costa del Chaco, y al pasar por Timbó recibió fuego a tiro de pistola de un cañón wloorth de a 32 y de dos de a 64; las balas de estos últimos, siendo esféricas se hacían añicos sobre la coraza. El comandante y el vaqueano de este monitor salieron contusos de un pedazo de hierro que recibieron de una bala que al chocar se hizo mil pedazos.
No ha habido mas desgracias en toda la escuadra, a pesar de que el canal era iluminado de intervalo por una luz muy viva que aparecía en el Chaco deslumbrando a los vaqueanos y por cohetes de colores; a pesar de que el Alagoas fue abordado el mismo. Paso Timbó por unas veinte canoas, (que miedo no tendrían los que lo tripulaban), de las cuales varios se fueron a pique, en su empeño de evitar que el buque gobernara, siendo otras metrallados a boca de jarro. Los brasileros hacían fuego de revolver por las troneras de la torre giratoria y los paraguayos, contestaban con que…con flechas. ¡Desgraciada raza! El tirano la empuja, y ella marcha ciegamente a la muerte, sin contar el número, ni el poder de sus adversarios. Creer después de estos actos de heroísmo primitivo, cuando la de laureles viéndose perdida, en lugar de pasarse se ha abierto un camino Dios sabe por donde y como, creen decía después de todo esto que López se rendirá discreción me parece una quimera. El cumplirá lo que dijo en la conferencia de Yataití-Corá, me declararé vencido cuando haya muerto el último paraguayo.
El combate de Humaitá se inició rompiendo el fuego la batería Londres, fuego que fue contestado con repetidas andanadas de los encorazados que operaban el pasaje. Los otros doblando la punta de piedras del Sur, y anclando sobre la costa del Chaco 450 metros de las baterías de tierra, hicieron un fuego sostenido sobre ellos, en todas direcciones, regresando después que terminó el pasaje a su antiguo fondeadero.
Tal ha sido el famoso pasaje de Humaitá, en e que las armas paraguayas han sido balas que se quebraban, canoas y flechas.
El único obstáculo serio que en realidad había era la cadena y fue neutralizada por la naturaleza, mandaba una creciente nunca vista.
Los torpedos que era el mayor peligro no han surtido efecto aunque no he podido averiguar si en realidad los había.
Los buques más sólidos que tenía la marina imperial eran los encorazados, de modo que no se comprende como es que ara efectuar el pasaje se estuvo repitiendo hasta el fastidio, que era necesario esperar los monitores.
¡Misterios de la alianza!
Y la moral de todas estas, proezas; es que Tamandaré faltó a su deber en todas ocasiones, que José Ignacio ha perdido largos meses bombardeando a Humaitá, que el único que ha tenido la intuición de la verdad sobre los medios y el poder del enemigo en el río ha sido el General Mitre.
El hecho del 19 prueba que su memoria del es de Otubre, haciendo fuertes cargos a la escuadra, demostrando su poder y la debilidad relativa del enemigo no fue una fanfarronada, y el General debe estar satisfecho de haber visto con un ojo realmente militar lo que era Humaitá, lo que podría hacer la escuadra brasilera el día que se resolviese a pasar.
A los que llegasen a decir que me ciega la pasión, les contestaré con las pérdidas y averías sufridas en Humaitá el día 19.
Las batallas son gloriosas no por el número ni el poder de los que combaten sino por el heroísmo que en ellas se desplega.
No queremos despojar a nadie de su gloria; pero tampoco queremos hacer coro a los que hacen consistir la belleza de la guerra en los resultados.
El paso de Humaitá es la victoria definitiva en perspectiva; pero en él no hay sino una cosa digna de mención, -la intrepidez del _Alagoas_, cuyo jefe no perdió un solo instante la sangre fría.
Una pregunta muy natural, que todos se hacen aquí y que todos se harán ahí, es ¿qué hará López ahora, cuanto más durará la guerra?
Por ahora sigue trabajando en sus líneas, incomodándonos de noche en las avanzadas.
En cuanto a la duración de la guerra, es necesario tener noticias de lo que hayan hallado los encorazados, que han remontado el río Paraguay para destruir todo lo que encuentren y bombardear la Asunción para hablar con conocimiento de causa y no desbarrar.
Esperemos pues unos días.
Tenemos un calor espantoso y tantos mosquitos, insectos y sapos después de las últimas lluvias que decididamente no estamos en Cápua ni vamos para allá.
Ha sido conducido al ejército el espía del enemigo que se tomó en Corrientes.
El estado sanitario es satisfactorio.
_Tourlourou_
Fecha válida
1868-02-24