"Teatro de la guerra. Campamento Tuyu-Cué"
Item
Código de referencia
AR-BN-PIP-CLVM-PRE-lt-Nº0378
Fechas
22-02-1868
Título/Asunto
"Teatro de la guerra. Campamento Tuyu-Cué"
Nombre de publicación/Lugar
La Tribuna - Buenos Aires
Alcance y Contenido
Artículo publicado en La Tribuna el 22 de febrero de 1868, nro. 4219, p. 2, columna 6. Sección: “Teatro de la guerra”. Con fecha del 15 de febrero y la firma de Tourlourou (seudónimo). Tres monitores se incorporan a la escuadra brasileña. Se dilata el ataque a Humaitá y el enemigo ya está prevenido. Reflexión sobre el peligro de creer al enemigo muy imbécil o muy inteligente en una guerra. Llegada de refuerzos y organización de la tropa en la proximidad del ataque. Captura de carretas particulares que transportaban municiones. Movimientos en el campamento paraguayo.
Idioma
Español
Firma /Seudónimo
Tourlourou (Seudónimo de Lucio V. Mansilla)
Nivel de descripción
UD Simple
Volumen y Soporte
1 ejemplar - Digital
Tipología documental
Artículo
Nombre del creador
PIP Mansilla
Existencia y localización de originales
Original en poder de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional "Mariano Moreno"
Transcripción
Campamento Tuyu-Cué.
_Mea facta est_.
Pasaron los tres monitores, que estaban en Curuzú, incorporándose a la _primera gran división naval encorazada_.
El pasaje tuvo lugar en la noche del 13.
A las 8 ½ la escuadra de madera inició el bombardeo sobre Curupaití, y a los 10 los monitores estaban fuera de peligro, habiendo hecho su evolución alrededor de las baterías sin recibir _un_ solo balazo. A pesar del fuego bastante vivo que les hicieron. Se calculaban en doscientos y pico los disparos del enemigo.
Este resultado previo no puede ser más satisfactorio, habiendo calmado las esperanzas de la marina.
Debemos sin embargo sentir y criticar que el ataque de Humaitá no haya tenido lugar exabruto, sobre todo no habiendo sufrido la menor lesión los refuerzos que esperaba la escuadra encorazada para operar.
Hoy el enemigo está pereuido; hoy no puede quedarle la más mínima desde que el ataque a Humaitá no se hará sino bajo la base de una sorpresa y aprovechando la oscuridad de la noche.
Darle tiempo, es prevenirle que se prepare, y la experiencia de Curupaití le está diciendo con la elocuencia de los hechos que los ochenta cañones de Humaitá pierden un ciento por ciento de su poder en presencia de un buque que los afronta de noche, protegido por las tinieblas y bajo el fuego de un nutrido bombardeo.
Creen que es posible distraer la atención de López, hacerle creer que no hay la intención de atacarle, haciendo que los monitores remonten el Río de Oro, es contar demasiado sobre la credulidad o la imbecilidad del enemigo.
Este modo de calcular en la guerra, es tan peligroso como suponerle al adversario una inteligencia tan completa de todo lo que se debe hacer, una intención constante de lo que se medita; porque hay combinaciones que diariamente deben escapar a su percepción. Sólo los grandes juicios tienen ese don sobre natural, y aun en estos la capacidad se limita a cierta aritmética del sentido común y de la lucidez resultante de una inteligencia aplicada constantemente a un objeto dado.
¡Ojalá que el tiempo que se pierde no nos sea fatal!
En una de mis cartas anteriores he cometido una equivocación designando a Sr. Albin por el Sr. Silvestre da Motta. Es este el oficial que montando el _Barroso_ llevará la iniciativa del ataque.
La exitación en el ejército es grande, como que resuelta la escuadra a forzar el formidable fantasma todo el mundo funda en su atrevimiento y valor las mas risueñas esperanzas, calculando, con razón, que dominando las aguas de Río Paraguay la cuestión se simplifica. Acercándonos a una pronta y feliz terminación.
Parece que una vez forzado el Paso de Humaitá se moverá el cuerpo del Ejército a las órdenes del General Osorio.
El 3. Cuerpo que está bajo las inmediatas órdenes del Marqués de Caixas, ha sido reforzado con batallones del Beyaco, y Tuputí, y está aglomerando ramas espinosas de madera fuerte para hacer _abalis_.
Ha llegado un refuerzo de mil hombres.
El Jefe de E.M. Imperial marchó días pasados a practicar una visita general de hospitales y se calcula que dará de ata unos mil enfermos.
Ha tenido lugar según me aseguran un hecho sumamente grave.
En el camino de Tuyu Cué a Tayi, a la altura del paso Hondo han sido tomados _dos carretas de municiones pertenecientes a particulares. Están presos los que las conducían y se busca a los dueños o cargadores.
Y como es natural no ha quien dude de que esas municiones llevaban la destinación de un cargamento para el enemigo.
A ser cierto el hecho, como se die, probaría dos cosas: la complicidad de personas que andan entre nosotros y la escasez de municiones de López.
Veremos, a no ser que suceda lo que con el espía de Corrientes de cuyo negocio no se ha vuelto a hablar más.
Causas atmosféricas hicieron que en la noche del 13, no oyéramos aquí un solo cañonazo. Sabemos que los monitores forzaban Curupaití, porque el relampagueo de la pólvora en el horizonte no podía ser confundido con la luz eléctrica de una borrasca lejana.
El 13 diluvió como pocas veces. El tiempo no ha refrescado, sin embargo, tanto que hace un calor sofocante.
El enemigo continúa trabajando con un empeño reciente en sus líneas.
Nuestro estado sanitario sigue siendo satisfactorio.
_Tourlourou_
_Mea facta est_.
Pasaron los tres monitores, que estaban en Curuzú, incorporándose a la _primera gran división naval encorazada_.
El pasaje tuvo lugar en la noche del 13.
A las 8 ½ la escuadra de madera inició el bombardeo sobre Curupaití, y a los 10 los monitores estaban fuera de peligro, habiendo hecho su evolución alrededor de las baterías sin recibir _un_ solo balazo. A pesar del fuego bastante vivo que les hicieron. Se calculaban en doscientos y pico los disparos del enemigo.
Este resultado previo no puede ser más satisfactorio, habiendo calmado las esperanzas de la marina.
Debemos sin embargo sentir y criticar que el ataque de Humaitá no haya tenido lugar exabruto, sobre todo no habiendo sufrido la menor lesión los refuerzos que esperaba la escuadra encorazada para operar.
Hoy el enemigo está pereuido; hoy no puede quedarle la más mínima desde que el ataque a Humaitá no se hará sino bajo la base de una sorpresa y aprovechando la oscuridad de la noche.
Darle tiempo, es prevenirle que se prepare, y la experiencia de Curupaití le está diciendo con la elocuencia de los hechos que los ochenta cañones de Humaitá pierden un ciento por ciento de su poder en presencia de un buque que los afronta de noche, protegido por las tinieblas y bajo el fuego de un nutrido bombardeo.
Creen que es posible distraer la atención de López, hacerle creer que no hay la intención de atacarle, haciendo que los monitores remonten el Río de Oro, es contar demasiado sobre la credulidad o la imbecilidad del enemigo.
Este modo de calcular en la guerra, es tan peligroso como suponerle al adversario una inteligencia tan completa de todo lo que se debe hacer, una intención constante de lo que se medita; porque hay combinaciones que diariamente deben escapar a su percepción. Sólo los grandes juicios tienen ese don sobre natural, y aun en estos la capacidad se limita a cierta aritmética del sentido común y de la lucidez resultante de una inteligencia aplicada constantemente a un objeto dado.
¡Ojalá que el tiempo que se pierde no nos sea fatal!
En una de mis cartas anteriores he cometido una equivocación designando a Sr. Albin por el Sr. Silvestre da Motta. Es este el oficial que montando el _Barroso_ llevará la iniciativa del ataque.
La exitación en el ejército es grande, como que resuelta la escuadra a forzar el formidable fantasma todo el mundo funda en su atrevimiento y valor las mas risueñas esperanzas, calculando, con razón, que dominando las aguas de Río Paraguay la cuestión se simplifica. Acercándonos a una pronta y feliz terminación.
Parece que una vez forzado el Paso de Humaitá se moverá el cuerpo del Ejército a las órdenes del General Osorio.
El 3. Cuerpo que está bajo las inmediatas órdenes del Marqués de Caixas, ha sido reforzado con batallones del Beyaco, y Tuputí, y está aglomerando ramas espinosas de madera fuerte para hacer _abalis_.
Ha llegado un refuerzo de mil hombres.
El Jefe de E.M. Imperial marchó días pasados a practicar una visita general de hospitales y se calcula que dará de ata unos mil enfermos.
Ha tenido lugar según me aseguran un hecho sumamente grave.
En el camino de Tuyu Cué a Tayi, a la altura del paso Hondo han sido tomados _dos carretas de municiones pertenecientes a particulares. Están presos los que las conducían y se busca a los dueños o cargadores.
Y como es natural no ha quien dude de que esas municiones llevaban la destinación de un cargamento para el enemigo.
A ser cierto el hecho, como se die, probaría dos cosas: la complicidad de personas que andan entre nosotros y la escasez de municiones de López.
Veremos, a no ser que suceda lo que con el espía de Corrientes de cuyo negocio no se ha vuelto a hablar más.
Causas atmosféricas hicieron que en la noche del 13, no oyéramos aquí un solo cañonazo. Sabemos que los monitores forzaban Curupaití, porque el relampagueo de la pólvora en el horizonte no podía ser confundido con la luz eléctrica de una borrasca lejana.
El 13 diluvió como pocas veces. El tiempo no ha refrescado, sin embargo, tanto que hace un calor sofocante.
El enemigo continúa trabajando con un empeño reciente en sus líneas.
Nuestro estado sanitario sigue siendo satisfactorio.
_Tourlourou_
Fecha válida
1868-02-22
