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"Teatro de la guerra. Campamento Tuyu-Cué"

Item

Código de referencia

AR-BN-PIP-CLVM-PRE-lt-Nº000

Fechas

23-01-1868

Título/Asunto

"Teatro de la guerra. Campamento Tuyu-Cué"

Nombre de publicación/Lugar

La Tribuna - Buenos Aires

Alcance y Contenido

Artículo publicado en La Tribuna el 23 de enero de 1868, nro. 4192, p. 2, columna 4. Sección: “Teatro de la guerra”. Con fecha del 18 de enero y la firma de Tourlourou (seudónimo). Reconoce que nada quiebra el carácter de Solano López. Expresa la sorpresa de los aliados al ver que los edificios enemigos que se incendiaron en el último bombardeo eran inmediatamente reconstruidos. Refiere las declaraciones del último desertor paraguayo que llegó al campamento. Noticia sin confirmación: 2000 paraguayos marchando al sur del río Oro. Incursiones del enemigo detrás de las líneas aliadas para asaltar carretas de provisiones. Problemas de comunicación provocados por altos oficiales brasileños. Nuevos casos de cólera. Noticias de última hora: se oye fuego de fusilería en dirección a Curuzú.

Idioma

Español

Firma /Seudónimo

Tourlourou (Seudónimo de Lucio V. Mansilla)

Nivel de descripción

UD Simple

Volumen y Soporte

1 ejemplar - Digital

Tipología documental

Artículo

Nombre del creador

PIP Mansilla

Nota de investigación

Existencia y localización de originales

Original en poder de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional "Mariano Moreno"

Transcripción

Campamento Tuyu-Cué
Después del bombardeo del 18 e incendio del campamento enemigo, hemos estado en silencio, habiéndose oído solo uno que otro tiro de fusil en las avanzadas.
El carácter de López no se quiebra por nada; hagamos esta justicia a su constancia, a su firmeza y a su ferocidad.
Al día siguiente de la gran quemazón, que devoró dos grandes cuadras y una multitud de ranchos inmediatos a las baterías del Espinillo, todo el ejército tendría la cista sobre el campamento enemigo para gozarse en la contemplación de sus ruinas. ¡Pero cual no sería nuestra sorpresa al ver que todo lo que las llamas habían reducido a cenizas humeantes aun a la puesta dl sol, había sido rehecho durante la noche! Hasta los más conocedores del terreno, dudaban del testimonio de sus sentidos, y se inclinaban a creer que tendían la visual en otra dirección.
A la tarde tuvimos un pasado, hambriento y desnudo, que ha prestado estas declaraciones.
Dice que López ordenó, que con la paja y madera de otros campamentos que no se divisan desde aquí, se restablecieron los cuarteles quemados, debiendo estar lista la obra al amanecer.
Que también ordenó la construcción de un gran espaldón para el general Bruguer, porque nuestras bombas hacen mucho daño en los alrededores del campo que él ocupa, y que con este motivo fueron fusilados tres infelices.
El hecho ha sucedido así. Parece que los adobones de césped para el espaldón, pesaban demasiado para que un solo hombre los acarreara sin fatiga, y que viendo esto el oficial que dirigía la obra, incitaba a cada paso a los soldados a redoblar sus esfuerzos. Mas por broma, que por queja dijo uno de ellos, -para lo que nos pagan…….añadiendo otros dos; si al menos nos dieran de comer. Estas palabras fueron su sentencia de muerte. La delación no tardó en trasmitírselas al tirano, y la sentencia bárbara no se hizo esperar, siendo ejecutados en el sitito mismos donde las profirieron.
Este mismo pasado declara, que lo incendiado ha sido, el alojamiento de dos batallones, sus armas, municiones, etc, etc, así como la munición correspondiente a dos piezas de grueso calibre.
Es de advertir que la munición correspondiente a n soldado paraguayo, son nada menos que treinta y seis paquetes, cosa asombrosa que merece consignarse como una curiosidad para conocimiento del mundo militar. En la canana y cartuchera que ellos llaman baulillo, cargan doce paquetes, y el resto lo llevan en un saco de cuero. Sólo un burro vestido de soldado resiste a semejante peso. Verdad es, que no siempre llevan el baulillo y el saco juntos. Pero las pocas veces que los carguen, que esfuerzo supremo de voluntad tendrán que hacer estos desgraciados para soportar su fardo de pólvora y plomo. Treinta y seis paquetes, representan por lo menos cuatrocientas onzas.
Ayer, han circulado aquí una noticia que para garantizar su exactitud, necesita confirmación.
Se asegura que una fuerza d dos mil paraguayos, ha pasado al Sud del rio Oro, con el intento de cortarle a la 1° Gran División naval, su línea de comunicación terrestre por el chacho, que las fuerzas brasileras que cubren dicha línea, se han reconcentrado encerrándose en los reductos de la costa.
Con motivo de esta noticia, han marchado de Tuyutí a reforzar la guarnición del Chaco, dos mil brasileros.
La operación del enemigo, es audaz y azarosa, pero si lograsen interceptar la línea de comunicación, la escuadra encorazada se verá en la alternativa de forzar el paso de Humaitá, o de regresar a su antiguo fondeadero de Curuzú. Lo primero, sería la terminación de la guerra; los segundo el ridículo, la venganza. Y o digo que hay casos, en que es de desear que le enemigo consiga lo que se propone.
Los paraguayos han vuelo a penetrar a retaguardia de nuestras líneas por los lados de Tuyutí, y sorprendiendo una tropa de carretas custodiadas pro un piquete brasilero, han herido dos soldados y muerto un teniente.
El barón de Porto Alegre, no quiere comprender que su caballería debe ponerse en comunicación con la nuestra. Mientras esto no se haga, todo el que durante la noche se aventure en el camino que va de nuestras avanzadas de caballería, a los reductor de Tuyutí; está expuesto a ser presa del enemigo.
Por el pasado que ha prestado las declaraciones consignadas al empezar, se sabe, que el que capitaneaba la partida de bomberos que arrebató los dos últimos centinelas del batallón 12 de línea, quedó muerto en el Estero Rojas. Que como era un hombre de toda la confianza de López, vinieron a la noche siguiente a buscar el cadáver, pero que no le hallaron. Dicho estero ha sido explorado esta mañana, sin resultado. Con las últimas lluvias a está muy crecido, y se cree que se haya alejado del punto de su inmersión.
Se habla de un viaje del Marquez de Caxias a la escuadra con el objeto de tener una conferencia con el almirante José Ignacio, y hay quien asegura que esta no tardará en forzar el paso de Humaitá.
Parece que el práctico Echebarne, ha propuesto una operación. Estoy al cabo de ellas la reserva me manda callarla, teniendo como tengo la creencia que el enemigo recibe con regularidad los diarios del Brasil y del rio de la Plata,
Puede ser que todo esto no pase de conversación, lo cierto es sin embargo que desde que se anunció que el Marquez de Caxias reasumiría el mando de los ejércitos aliados, se nota más actividad en el Estado Mayor el ejército Imperial.
La lealtad no excluye el egoísmo, y es mi convicción profunda que los brasileros prefieren que la guerra termine bajo los auspicios de su dirección, no bajo los de la nuestra. Esto es lo que sucedería si forzando la escuadra el paso de Humaitá, dominase el río Paraguay.,
Pero la guerra ha durado demasiado ya, y no estamos para hacer cuestión de amor propio, sobre quien ha de mandar la expedición al interior, si un general argentino, o un general brasilero. Lo que a la causa común es que se la organice y realice, si conviene, así como lo que importa es, que si la escuadra se considera bastante fuerte para luchar con los cañones de Humaitá, se decida al fin a ponerse bajo sus fuegos y a investir la cadena para darse la mano con Tayí y cortándole al enemigo sus comunicaciones, obligarlo a una salida desesperada, o a rendirse a discreción.
Esperemos pues algunos días más, y no tardaremos en saber que hay de cierto en los rumores que circulan.
Ha llovido copiosamente y el tiempo ha refrescado.
Con el frío hemos tenido nuevos casos de cólera. A propósito si llegase a estallar en la guarnición de Tuyutí. Hará estragos, porque según estoy informando la falta de policía hace de aquel campamento un foco creciente de infección.
Lo que es este campo, y en el brasilero, si la limpieza no es perfecta, deja poco que desear.
Tourlourou.

Fecha válida

1868-01-23