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"Teatro de la guerra. Campamento Tuyu-Cué. (De nuestro corresponsal)"

Item

Código de referencia

AR-BN-PIP-CLVM-PRE-lt-Nº000

Fechas

16-01-1868

Título/Asunto

"Teatro de la guerra. Campamento Tuyu-Cué. (De nuestro corresponsal)"

Nombre de publicación/Lugar

La Tribuna - Buenos Aires

Alcance y Contenido

Artículo publicado en La Tribuna el 16 de enero de 1868, nro. 4186, p. 2, columna 6. Sección: “Teatro de la guerra”. Con fecha del 11 de enero y la firma de Tourlourou (seudónimo). Los acontecimientos en el campamento parecen no dejar de repetirse. Fuego contra posiciones paraguayas durante la jornada anterior. La respuesta llega el 11 al mediodía. Más desertores paraguayos llegan desde Chaco. Transcripción de una carta del marqués de Caxias a Mitre que expresa sus condolencias por la muerte del vicepresidente argentino. Homenajes al difunto en el campamento.

Idioma

Español

Firma /Seudónimo

Tourlourou (Seudónimo de Lucio V. Mansilla)

Nivel de descripción

UD Simple

Volumen y Soporte

1 ejemplar - Digital

Tipología documental

Artículo

Nombre del creador

PIP Mansilla

Nota de investigación

Existencia y localización de originales

Original en poder de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional "Mariano Moreno"

Transcripción

TEATRO DE LA GUERRA.
Campamento Tuyu-Cué.

Enero 11 de 1868.

(DE NUESTRO CORRESPONSAL.)
Los dias pasan, pasan, pasan y pasan como
que no hay poder humano que altere el eterno
corso é ricorso, de la sucesion del dia y de la
noche, y nuestra situacion no varia.
Pasados hoy, pasados mañana, por aqui, por
allá, por acullá, desertores hoy, mañana; peque-
ñas remesas de hombres del Brasil, de la Repú-
blica Argentina, tiros á la derecha, al centro, á
la izquierda; cañonazos por Humaitá, por Curu-
paiti, por nuestras líneas; cólera en el ejército
brasilero ú en el Argentino, enfermedades de
todo género que vienen, desaparecen y vuelven
á venir, movimiento, movimiento por doquier
porque es necesario estar armado vestido y ali-
mentado, que sobre el pasto que sobre el maiz,
que vengan caballos siempre caballos; ilusiones
ayer, ilusiones hoy, ilusiones mañana, ilusiones
despues; calor siempre calor; hoy los esteros se-
cos mañana negados, todo el mundo esperando,
siempre esperando, el fastidio, el cansancio
enervando el espíritu, y el valeroso y paciente
ejército, hallando siempre resortes generosos en
si mismo para reaccionar sobre todo lo que lo
abruma, y vivir ó morir en estos eternos panta-
nos nauseabundos y mortíferos, —hé ahí la pá-
gina cuotidiana, que á fuerza de repetirse va
formando el capítulo mas notable de esta in-
mortal campaña del Paraguay.
De algun tiempo á esta parte todo lo que su-
cede es inevitable, y lo que se hace no tiene im-
portancia y aunque se repita y se repita, como
una especie de martirio de Tántalo, no contri-
buirá en lo mas minimo á precipitar el desenlace
final, ni á hacerlo mas fecundo ni mas glorioso.
Pero que hacer! Alguien ha dicho que cuanto
en el mundo sucede lleva el signo de una señal
providencial, y es necesario que nos conforme-
mos, hasta que la voluntad popular que nos ha
impuesto el sacrificio nos llame.
Ayer á la diana, avanzando algunas piezas de
artilleria ligera sobre nuestra primera línea,
rompieron un fuego bastante vivo junto con los
brasileros sobre el enemigo.
Nuestros disparos fueron bastante bien diriji-
dos, y aun que por el efecto que los bombardeos
del enemigo nos hacen á nosotros, debemos creer
lo que dije en mi carta anterior, me parece sin
embargo que algunas de las bombas lanzadas
ayer, hicieron daño en el campamento paragua-
yo. Porque, á la tarde observóse que el techo
de paja y barro de algunos ranchos, al parecer
hospitales por sus dimensiones eran cubiertos
con cueros.
Por la mañana, el enemigo no contestó á nues-
tros fuegos.
Pero mas tarde, hacia la hora en que el sol
iluminaba de lleno nuestro campamento, las ba-
terias del Espinillo y del Angulo rompieron el
fuego en direccion al campo Brasilero, á las
artilleria argentina y al 12 de linea sin produ-
cir como de costumbre efecto alguno.
Las balas arrojadas por los cañones del Angu-
lo, son brasileras del sistema Lahitte, dispara-
das por cañones de á diez y ocho, á cuyo efecto
han sido limados los muñones de plomo, que
cuando la bala es disparada por cañones especia-
les, hacen que se adopten perfectamente á las
razas entrando ajustadas, y ha llamado la aten-
cion la distancia que han podido recorrer ha-
biendo sido disparadas por cañones inadecuados
y por una pólvora mediocre segun se ha visto
por las bombas recogidas que no han reven-
tado.
Parece que el cañoneo del ocho no hizo muy
buen efecto que digamos en el general en gefe
del ejército enemigo. Los que lo observaron
desde puntos culminantes y con anteojos lar-
ga vista aseguran que algunas bombas de Wit-
worth reventaron sobre el mismo paso Pacú,
añadiendo que inmediatamente que esto sucedió
Lopez montó á caballo acompañado de un gran
séquito. Sará quello che sará. No meto mis
manos en el fuego ni me dejo cortar una oreja
sino por lo que he tenido la fortuna de ver y
observar con mis propios ojos, y los que me ha-
yan hecho el favor de fijar los suyos alguna vez
en estas lineas fugaces, recordarán que no por
eso he dejado de equivocarme alguna vez con
la mejor intencion.
De algun tiempo á esta parte, mis cartas lle-
van siempre una palabra sacramental. Voy á
repetirla, diciendo: hemos tenido pasados.
Por donde? Por el Chaco saliendo á inme-
diaciones de la desembocadura del rio Para-
guay, y habiendo pasado en su peregrinacion las
penas del purgatorio, pues segun dicen desde
que el enemigo ha ocupado formalmente el Cha-
co, estableciendo por él su línea de comuni-
cacion, aquel territorio está plagado de deserto-
res, que como lobos se disputan unos á otros
los pocos alimentos que le brinda el desierto es-
puestos ademas á la inhumanidad de los indios,
que merodean constantemente sobre la fuerzas
enemigas atacando su convoyes y sus arreos de
ganado.
La primera gran division naval, que con los
portalones cerrados y blindados realizó ó fattó
mais glorioso de esta guerra para estancarse
frente á Humaitá, justificando el famoso José
Ignacio que vino precedido de una fama Nelso-
neana al celeberrimo Tamandaré, bombardeó
ayer con su circunsepccion acostumbrada los
edificios interiores de Humaitá, y segun dicen
los observadores, el fuego ha hecho estragos de
consideracion en ellos.
Llegó al fin la confirmacion oficial de la mu-
erte del Vice-Presidente de la República, que
tan honda sensacion ha producido en el ejército;
por razones que no debiendo escapar á la pene-
tracion del pueblo argentino, me parece ocioso
traer á colacion. Dejemos pasar los dias, y no
tardará la hora de patentizar, que la muerte del
Vice-Presidente de la República es una de las
mas grandes calamidades que ha podido aflijir
nos y que obligando al general en jefe del ejér-
cito aliado á abandonar el teatro de la guerra
para no volver á pisar en él , es un acontecimi-
ento de la mayor gravedad, de consecuencias
tristisimas para el porvenir, llamadas á influir
en el curso de los sucesos que se desarollan en
el Paraguay, y sobre todo en su desenlace final.
Ojalá yo me haga ilusiones; pronósticos que no
deben ni precipitar la solucion del problemas,
ni facilitarlo, ni resolverlo en el sentido del
interes y de la gloria comun, quisiera no verlos
realizarse pese á mis profesias.
El general en gefe del ejército aliado, comu-
nicó antes de ayer al Marqués de Caixas la in-
fausta nueva, y el Marqués ha contestado en
estos términos asaz sentidos.
Al Ilustrisimo y Exmo. Señor, etc., etc.:
En este momento recibo la nota de V. E.
en que me dá la triste noticia de haber falle-
cido el Vice-Presidente de la República Ar-
gentina que se hallaba en ejercicio del poder
ejecutivo y que por este deplorable suceso ha
determinado S. E. que en el dia de mañana
se mantengan á media asta las banderas del
Ejército Argentino haciendo disparos de media
en media hora, rogando á V. E. acepte mi sin-
cero pésame por el fallecimiento de tan ilustrado
y patriota ciudadano de la República Argentina
como sin duda ninguna lo era el finado Vice-
Presidente; procedo á dar mis órdenes para
que en el campo brasilero sean acompañadas
las manifestaciones del duelo y sentimiento, que
tendrá lugar mañana en el Ejército Argentino.
Dios guarde á V. E.
Marqués de Caxias.
(La órden general la publicamos ayer.)
En cumplimiento de esta órden, la diana se
tocó esta mañana en tono funebre: las banderas
fueron izadas á media asta y un cañonazo con
pólvora disparado cada media hora, nos ha es-
tado recordando que debemos vestir luto por la
muerte de un alto y honorable magistrado.
El tiempo está hermoso y augura que la misa
ordenada por el General en Gefe, podrá tener
lugar mañana.
Ha seguido mejorándose gradualmente el Dr.
Bedoya, y el cólera ha continuado con su carác-
ter esporádico.
Ayer á la oracion, el marquez de Caxias tu-
vo una corta conferencia con el General en
Gefe.
No está fijado aun el dia de la partida de
aquel.
Parece que se espera la llegada del Vapor de
guerra “Guardia Nacional.”
Tourlourou.
—————
Ultima hora.
No hay mas novedad que un nuevo pasado
el cual declara que el ejército enemigo está su-
friendo muchas escasesez, al punto que durante
24 horas la guardia á que él pertenecia no ha
tenido mas que comer que tasis silvestres. Dice
que Lopez ha estado muy intrigado con los caño-
nazos de hoy, ordenados con motivo de la muer-
te del Vice-Presidente. Que Brugues mandó
preguntar á la avanzada qué era eso, y que el
oficial que la mandaba contestó que no sabia;
que estaba observando; que mas tarde avisaria;
que así lo hizo en efecto dándole á él su caba-
llo para que asi anduviese mas presto; pero
que una vez estando ya montado en lugar
de llevar el parte hizo un rodeo y se vino á
nuestro campo, no puediendo soportar por mas
tiempo las prisiones y fatigas á que están redu-
cidos. Tal es la composicion de lugar de este nue-
vo declarante. Será verdad? He ahí el proble-
ma. Hemos sido mistificados tantas veces!
Hay tiros en la avanzada y en las guardias
del Estero Rojas que da el 12 de línea. El
enemigo quiere sin duda arrebatarnos algun
hombre para saber que significa el cañoneo con
pólvora, metódico y acompasado del dia de
ayer, y digo de ayer, porque son las dos y
cuarto de la mañana.
Tourlourou.

Fecha válida

1868-01-16