"Teatro de la guerra. Campamento Tuyu-Cué"
Item
Código de referencia
AR-BN-PIP-CLVM-PRE-lt-Nº000
Fechas
22-11-1867
Título/Asunto
"Teatro de la guerra. Campamento Tuyu-Cué"
Nombre de publicación/Lugar
La Tribuna - Buenos Aires
Alcance y Contenido
Artículo publicado en La Tribuna el 22 de noviembre de 1867, nro. 4142, p. 2, columna 2. Sección: “Teatro de la guerra”. Con fecha del 18 de noviembre y la firma de Tourlourou (seudónimo). Varios “pasados” paraguayos en los últimos días. Resume sus declaraciones. Narra un suceso “desgraciado para los argentinos” ocurrido la noche del 16. 212 soldados aliados cayeron prisioneros. Reconcentración en el campo enemigo. Casos esporádicos de cólera. Crece el rumor de que Solano López tiene una ruta de abastecimiento vía Chaco.
Idioma
Español
Firma /Seudónimo
Tourlourou (Seudónimo de Lucio V. Mansilla)
Nivel de descripción
UD Simple
Volumen y Soporte
1 ejemplar - Digital
Tipología documental
Artículo
Nombre del creador
PIP Mansilla
Nota de investigación
Existencia y localización de originales
Original en poder de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional "Mariano Moreno"
Transcripción
TEATRO DE LA GUERRA.
—
Campamento Tuyu Cué,
Noviembre 18 de 1867.
Las noticias de hoy no tienen sino un interés
relativo.
Hemos tenido varios pasados.
Los unos confirman con sus declaraciones los
datos que hemos trasmitido sobre las pérdidas
del enemigo en el asalto de Tuyutí. los otros
ratifican la noticia de que hay un camino por el
Chaco.
Dice uno de ellos que ha visto en los hospi-
tales un número de heridos que no baja de
dos mil.
Que de su batallon que era el 40, que marchó
al combate con cerca de cuatrocientes hom-
bres, no regresaron sino ciento. Que una com-
pañia del 20, me parece, que fué destacada de
Curupaytí pereció toda entera, y así por ese te-
nor los demas cuerpos.
Dice otro que estaba de destacamento en
“Laureles,” que hay alli 500 hombres de guar-
nicion con 12 piezas, que la trinchera tendrá
250 varas de perfil, que arranca del Rio Para-
guay y se apoya en un estero impasable, que
tiene una zanja invisible por delante. Que Lo-
pez le dá mucha importancia á esta posicion,
que cuando fueron á fortificarla les mandó decir
que se apurasen porque él iba á ir allí.
Que el general Brugues con tres batallones y
un rejimiento había pasado al Chaco con el
objeto de abrir una pícada y de hacer un des-
monte para trasladar á la otra banda las fami-
lias y hospitales de Humaitá y de las líneas del
cuadrilátero.
Que habia oído decir, que una vez terminadas
aquellas obras seríamos atacados; que tambien
aseguraban, que algunos ganados habian sido
introducidos en el cuadrilátero por el Chaco
pasando y repasando el rio Paraguay.
Que hay suma escasez de viveres, que en
“Laureles” recibian una racion tan corta que
no les permitia hacer mas que una comida, que
no tienian tiempo, ni con que pescar. Que él y
su compañeron, se escaparon bajo pretesto de
tomar una lechiguaza; que el centinela los dejó
salir y que cuando estuvieron un poco distante
de él echaron á correr por la costa perdiéndose
en el monte y yendo á salir á Tayí.
El 15 un pequeño destacamento, atacó el Pi-
lar, y se apoderó de él, haciendo algunos muer-
tos, tomando algunos prisioneros y obligando al
resto de la guarnicion á refugiarse nadando en
el vapor que estaba allí de estacion, el cual po-
niéndose fuera de tiro de cañon se guareció de-
trás de una isla.
Por las razones que hé espuesto en mi carta
anterior es de sentirse, que el Pilar haya vuelto
á ser abandonado en lugar de fortificarse en él.
Es ahorrarle al enemigo tiempo y trabajo, desde
que ocupándolos quedamos, dueños de la embo-
cadura del Bermejo.
Un suceso desgraciado para los argentinos ha
tenido lugar en la noche del 16, en la avanzada
del 1er cuerpo.
Serian las diez de la noche, y estaba de ser-
vicio la legion de voluntarios estrangeros.
Nuestro trinchera es allí una línea continua,
que por la izquierda se apoya en un estero, li-
gando su servicio de vijilancia con la avanzada
del 2.° Cuerpo, y por la derecha en otro este-
ro y en una zanja que guarda su flanco derecho.
Un camino cubierto en zig-zag como de 200
varas corta la trinchera en angulo recto, per-
mitiéndonos destacar centinelas a vanguardia.
La noche estaba oscura. Los centinelas en su
puesto. Salió el relevo, —ocho hombres,— avan-
zó hasta el primer centinela y lo reveló; hizo lo
mismo con el segundo y tercero, y cuando re-
gresaba, un peloton de cincuenta paraguayos ar-
mados de fusil, lanza y sable cayó sobre ellos,
sin darles tiempo á disparar un tiro, hiriéndo-
nos ferozmente cuatro soldados, matandonos un
ayudante mayor y llevándose un teniente, un
sargento y un cabo.
A los gritos y al ruido de las armas acudió
la guardia, hubo fuego durante algunos minu-
tos. Pero fuego en la oscuridad, á las tinieblas,
á las sombras. Los paraguayos se fueron impu-
nemente.
Ahora todos se preguntan como pudieron
avanzar los paraguayos sin ser sentidos, ni vis-
tos?
Los unos la zanja en izg-zig era muy
mal calculada. Otros contestan, todo es mal
calculado cuando no hay vigilancia ni prevision,
añadiendo, —cómo no habia de avanzar sin ser
visto el enemigo si á uno y otro lado de la zanja
habia un altisimo pastizal.
Ya lo están cortando: al asno muerto la ceba-
da al rabo, viene bien aqui.
Lo que nadie se esplica es qué hacian fuera
de su puesto, fuera de trincheras, con el relevo,
á deshoras un ayudante mayor y un teniente.
Los soldados heridos que escaparon de caer
prisioneros dicen, que el ayudante no quizo ren-
dirse y que á eso debió su muerte.
Pobre camarada. Yo no sé cual es mas invi-
diable si su suerte ó la del que está hoy en po-
der de Lopez.
Segun algunos, nuestros prisioneros pasan allí
las penas del purgatorio, sobre todo unas ham-
brunas esperanzas.
Se me olvidaba decir, que uno de los últimos
pasados, declara que los prisioneros hechos por
el enemigo en Tuyuti fueron 212 de tropa y
ocho miriñaques.
Continuan las obras de reconcentracion del
campo paraguayo á gran prisa.
Lopez las recurrió ayer ayer en volanta.
Estado sanitario, así así.
Cólera, con carácter esporádico.
Tiempo caloroso pero hijiénico; reina una
brisa del sud-este.
No hay mas por hoy.
Maldito tintero! Se me quedaban en él dos
cosas.
Primero, que la escuadra está callada hace
dias.
Segundo, que si es cierto que López tiene
una camino por el Chaco, y no dominamos cuan-
to antes toda la costa del Paraguay hasta la
Asuncion, esto vá á durar mas de lo calculado.
Quien no yerra en la guerra!
Tourlourou.
—
Campamento Tuyu Cué,
Noviembre 18 de 1867.
Las noticias de hoy no tienen sino un interés
relativo.
Hemos tenido varios pasados.
Los unos confirman con sus declaraciones los
datos que hemos trasmitido sobre las pérdidas
del enemigo en el asalto de Tuyutí. los otros
ratifican la noticia de que hay un camino por el
Chaco.
Dice uno de ellos que ha visto en los hospi-
tales un número de heridos que no baja de
dos mil.
Que de su batallon que era el 40, que marchó
al combate con cerca de cuatrocientes hom-
bres, no regresaron sino ciento. Que una com-
pañia del 20, me parece, que fué destacada de
Curupaytí pereció toda entera, y así por ese te-
nor los demas cuerpos.
Dice otro que estaba de destacamento en
“Laureles,” que hay alli 500 hombres de guar-
nicion con 12 piezas, que la trinchera tendrá
250 varas de perfil, que arranca del Rio Para-
guay y se apoya en un estero impasable, que
tiene una zanja invisible por delante. Que Lo-
pez le dá mucha importancia á esta posicion,
que cuando fueron á fortificarla les mandó decir
que se apurasen porque él iba á ir allí.
Que el general Brugues con tres batallones y
un rejimiento había pasado al Chaco con el
objeto de abrir una pícada y de hacer un des-
monte para trasladar á la otra banda las fami-
lias y hospitales de Humaitá y de las líneas del
cuadrilátero.
Que habia oído decir, que una vez terminadas
aquellas obras seríamos atacados; que tambien
aseguraban, que algunos ganados habian sido
introducidos en el cuadrilátero por el Chaco
pasando y repasando el rio Paraguay.
Que hay suma escasez de viveres, que en
“Laureles” recibian una racion tan corta que
no les permitia hacer mas que una comida, que
no tienian tiempo, ni con que pescar. Que él y
su compañeron, se escaparon bajo pretesto de
tomar una lechiguaza; que el centinela los dejó
salir y que cuando estuvieron un poco distante
de él echaron á correr por la costa perdiéndose
en el monte y yendo á salir á Tayí.
El 15 un pequeño destacamento, atacó el Pi-
lar, y se apoderó de él, haciendo algunos muer-
tos, tomando algunos prisioneros y obligando al
resto de la guarnicion á refugiarse nadando en
el vapor que estaba allí de estacion, el cual po-
niéndose fuera de tiro de cañon se guareció de-
trás de una isla.
Por las razones que hé espuesto en mi carta
anterior es de sentirse, que el Pilar haya vuelto
á ser abandonado en lugar de fortificarse en él.
Es ahorrarle al enemigo tiempo y trabajo, desde
que ocupándolos quedamos, dueños de la embo-
cadura del Bermejo.
Un suceso desgraciado para los argentinos ha
tenido lugar en la noche del 16, en la avanzada
del 1er cuerpo.
Serian las diez de la noche, y estaba de ser-
vicio la legion de voluntarios estrangeros.
Nuestro trinchera es allí una línea continua,
que por la izquierda se apoya en un estero, li-
gando su servicio de vijilancia con la avanzada
del 2.° Cuerpo, y por la derecha en otro este-
ro y en una zanja que guarda su flanco derecho.
Un camino cubierto en zig-zag como de 200
varas corta la trinchera en angulo recto, per-
mitiéndonos destacar centinelas a vanguardia.
La noche estaba oscura. Los centinelas en su
puesto. Salió el relevo, —ocho hombres,— avan-
zó hasta el primer centinela y lo reveló; hizo lo
mismo con el segundo y tercero, y cuando re-
gresaba, un peloton de cincuenta paraguayos ar-
mados de fusil, lanza y sable cayó sobre ellos,
sin darles tiempo á disparar un tiro, hiriéndo-
nos ferozmente cuatro soldados, matandonos un
ayudante mayor y llevándose un teniente, un
sargento y un cabo.
A los gritos y al ruido de las armas acudió
la guardia, hubo fuego durante algunos minu-
tos. Pero fuego en la oscuridad, á las tinieblas,
á las sombras. Los paraguayos se fueron impu-
nemente.
Ahora todos se preguntan como pudieron
avanzar los paraguayos sin ser sentidos, ni vis-
tos?
Los unos la zanja en izg-zig era muy
mal calculada. Otros contestan, todo es mal
calculado cuando no hay vigilancia ni prevision,
añadiendo, —cómo no habia de avanzar sin ser
visto el enemigo si á uno y otro lado de la zanja
habia un altisimo pastizal.
Ya lo están cortando: al asno muerto la ceba-
da al rabo, viene bien aqui.
Lo que nadie se esplica es qué hacian fuera
de su puesto, fuera de trincheras, con el relevo,
á deshoras un ayudante mayor y un teniente.
Los soldados heridos que escaparon de caer
prisioneros dicen, que el ayudante no quizo ren-
dirse y que á eso debió su muerte.
Pobre camarada. Yo no sé cual es mas invi-
diable si su suerte ó la del que está hoy en po-
der de Lopez.
Segun algunos, nuestros prisioneros pasan allí
las penas del purgatorio, sobre todo unas ham-
brunas esperanzas.
Se me olvidaba decir, que uno de los últimos
pasados, declara que los prisioneros hechos por
el enemigo en Tuyuti fueron 212 de tropa y
ocho miriñaques.
Continuan las obras de reconcentracion del
campo paraguayo á gran prisa.
Lopez las recurrió ayer ayer en volanta.
Estado sanitario, así así.
Cólera, con carácter esporádico.
Tiempo caloroso pero hijiénico; reina una
brisa del sud-este.
No hay mas por hoy.
Maldito tintero! Se me quedaban en él dos
cosas.
Primero, que la escuadra está callada hace
dias.
Segundo, que si es cierto que López tiene
una camino por el Chaco, y no dominamos cuan-
to antes toda la costa del Paraguay hasta la
Asuncion, esto vá á durar mas de lo calculado.
Quien no yerra en la guerra!
Tourlourou.
Fecha válida
1867-11-22