"Teatro de la guerra. Campamento Tuyu-Cué. (Correspondencia de LA TRIBUNA)"
Item
Código de referencia
AR-BN-PIP-CLVM-PRE-lt-Nº000
Fechas
25-09-1867
Título/Asunto
"Teatro de la guerra. Campamento Tuyu-Cué. (Correspondencia de LA TRIBUNA)"
Nombre de publicación/Lugar
La Tribuna - Buenos Aires
Alcance y Contenido
Artículo publicado en La Tribuna el 25 de septiembre de 1867, nro. 4094, p. 2, columna 1. Sección: “Teatro de la guerra”. Con fecha del 20 de septiembre y la firma de Tourlourou (seudónimo). Señala que la semana anterior no hubo acciones de guerra, mientras crecen los rumores de paz. Opina que la iniciativa debe provenir del enemigo, alentada por el emisario inglés. Resume el fuego cruzado en el río Paraguay, sobre Curupaytí. Asegura que, vencedor o vencido, Solano López pasará a la posteridad como tirano y salvaje. El general Hornos parte para una importante operación. Treinta casos de cólera y algunos de sarampión entre la tropa aliada. El rumor dice que hay dos pestes circulando en el campamento enemigo. Recomienda a la ciencia médica considerar la naranja como posible remedio para el cólera.
Idioma
Español
Firma /Seudónimo
Tourlourou (Seudónimo de Lucio V. Mansilla)
Nivel de descripción
UD Simple
Volumen y Soporte
1 ejemplar - Digital
Tipología documental
Artículo
Nombre del creador
PIP Mansilla
Nota de investigación
Existencia y localización de originales
Original en poder de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional "Mariano Moreno"
Transcripción
La semana pasada ha sido estéril en acciones de guerra.
Los rumore de paz han tenido preocupado a todo el mundo, y no han cesado. Los allegados a los generales en Jefe aseguran que López ha hecho proposiciones. Pero los Generales aseguran que no hay nada. Es sin embargo, una coincidencia asaz singular que estos rumores hayan aparecido al mismo tiempo que personas formales y autorizadas de Buenos Aires escribían que por mangas o por faldas la guerra no durarían quince días más.
Dígase lo que se quiera, no hay humo sin fuego, y por mi parte no concibo como es que una idea puede encarnarse en cuenta mil hombres sin más antecedentes que una quimera.
Opino, pues, que alguna obertura debe haber habido, y que la iniciativa ha venido del campo enemigo. Y me fundo, en que cuando llegó a este el secretario inglés se dijo-que el objeto ostensible de su viaje era reclamar la libertad de algunos súbditos británicos; pero que en realidad su principal propósito era sugerirle a López la idea de una transacción.
Nuestra situación no es tan crítica, como para que el jefe de E.M. brasilero, saliera a media noche y tomando en Itapirú un vapor se pusiera en viaje sin dilación. Para ir a representarle al Emperador la necesidad de enviar diez mil hombres más al teatro de la guerra no había necesidad de tanto apuro, mientras que una proposición de López, que salvando el honor de las armas aliadas y llenando los fines que nos propusimos al empuñarlas pusiese un término feliz a la guerra valía la pena de salir de aquí a cualquier hora, fletando en Itapirú el primer vapor que se presentara.
El trece, la escuadra de madera y la encorazada, salieron de su silencio, recordándonos que estaban en el río Paraguay, y durante algunas horas dirigieron sus bombas sobre Curupaytí, cruzando sus fuegos. Con qué éxito no lo sé. Supongo que con el de siempre. El _Cavichori_ periódico de caricaturas, dice que las bombas brasileras de la escuadra no producen más efecto que perturbar a los inofensivos cuervos que dormitan en los árboles. Exageración paraguaya!
El enemigo apenas contestó.
El 14 tuvimos un pasado. Es un muchachón fuerte, robusto, inteligente que ha prestado declaraciones de interés.
Ha formado parte de las fuerzas que estuvieron en Matto-Grosso, y se encontró el día 6 en el combate de caballería, que se inició en la avanzada de San Solano, saliendo derrotados los paraguayos.
El regimiento sableado fue el número 21. Hacía pocos días que había llegado de Matto-Grosso, y se estrenaba con los brasileros del ejército aliado, siendo derrotado completamente.
El prestigio de vencedores con que veían les imponía el doble deber de darle a López un triunfo parcial, que no ha conseguido obtener hasta ahora desde que nos movimos de Tuyutí.
Herido en sus esperanzas y en su amor propio aquél bárbaro, cuyo carácter lejos de quebrarse parece agriarse y endurecerse cada vez más, puso el sello a las crueldades de que son víctimas el ejército y el pueblo paraguayo, mandando fusilar a todos los jefes y oficiales del referido regimiento, que no habían salido heridos, castigar con cien palos a todos los sargentos y cabos y diezmar a la tropa, disolviendo el cuerpo, que fue distribuido entre diversos batallones de infantería.
La figura de Antonio Solano López, vencedor o vencido pasará a la posteridad como uno de esos caracteres llenos de salvaje energía varonil, inhumanos, siniestramente sombríos, bárbaros por educación, por inclinación y por sistema, y el pueblo paraguayo vencedor o vencido también será una enseñanza más para la humanidad. Y a despecho de los ideólogos habrá que reconocer, que la tiranía puede obtener de la especie humana los mismos esfuerzos que la libertad.
Triste es decirlo! Pero ese es el hecho. Y al contemplarlo, lo único que nos reconcilia con la raza a la que pertenecemos, es que si la servidumbre puede engendrar el heroísmo, -el heroísmo es siempre hermoso. Lo confieso, combato contra e ejército de López, con ese intenso ardor que infunde el horror al despotismo y la tiranía; pero simpatizo profundamente con el pueblo paraguayo por su martirio y su dolor sublimes.
Se ha movido anoche una columna compuesta de 1500 brasileros de caballería; un batallón de infantería brasilera montado, el regimiento argentino San Martín; el 3 de caballería de línea; el escuadrón al mando del Coronel Correa; el id al mando del Mayor Ascona; el id de paraguayos al mando del Mayor Recalde; y una partida de 27 vaqueanos.
El Jefe brasilero José Luis manda la fuerza brasilera y el general Hornos la argentina, y la expedición.
Es una operación combinada cuyo punto objetivo parece ser la Villa del Pilar. Van perfectamente montados, con pienso y raciones como para poder hacer una larga correría.
El General Hornos por su experiencia, su valor y sus cualidades magnéticas, como oficial de caballería es un hombre a propósito.
Quien puede verlo a caballo, aplomo sobre sus estribos, escarceando su corcel fogoso, con la lanza en la mano erguida la cerviz sobre su busto dórico, maciso, elegante en sus movimientos, como un jinete juvenil, a pesar de sus años, flotando al viento con su barba de nieve, que a su rostro bronceado por el sol de las batallas imprime esa solemne majestad que infunde veneración a las multitudes más irreverentes sin exclamar; ¿he ahí el tipo del verdadero hombre de guerra?
Suponiendo que el resultado material de esta operación, calculada de antemano, arreglada y combinada después de la correría practicada por el coronel Correa, sea desgraciado, -que es difícil, teniendo en vista lo mal montada que se halla la caballería enemiga, es indudable que está llamada a producir un gran efecto moral sobre el ejército de López.
El ha creído y lo ha asegurado así a sus soldados que nuestra acción se reduciría a amargarlo por sus líneas; que no intentaríamos penetrar en el interior, que no teníamos cómo hacerlo. Sin embargo, Tuyutí queda sólidamente guarnecido: cubierta eficazmente nuestra línea de comunicación; sitiadas las trincheras de Tuyú-Cué, con una gran reserva compacta y tupida como un bosque de acero, en el pueblito llamado así; y lo que es m{as asegurada nuestra _retaguardia táctica_ con un cuerpo de ejército de las tres armas en San Solano, a las órdenes del Brigadier Menna Barretto.
Que regrese el General Hornos y una nueva perspectiva se abrirá para el Ejército Aliado, que vuelvo a repetirlo, _debe bastarse a sí mismo_ a no ser que todavía duren las ilusiones sobre la cooperación de la armada.
Acompañan al general Hornos, el Ingeniero argentino Chodaciewie, y el Dr. Sutton del cuerpo médico argentino también.
Hasta esta hora que son las 3 p.m. no se ha oído tiroteo, y como amaneció nublado, llovió después y salió el sol enseguida, la evaporación de la tierra, oscureciendo la atmósfera no permite ver a la distancia. No sabemos pues si la caballería de observación enemiga se ha movido o no.
Mi opinión es que el General Hornos si es hostilizado lo será en su retirada. Es de sentir que a su columna no se haya agregado una batería volante o en su defecto algunas coheteras.
El cólera disminuye en el ejército brasilero. Ha habido hasta treinta casos diarios. Ninguno en el ejército argentino.
Ahora hay un poco de sarampión, y en el ejército enemigo parece que ha dos plagas.
Apropósito de cólera, voy a consignar una observación que puede despertar el interés de la ciencia médica. Conocemos el hecho por conductos fidedignos.
Se recordará que en una de mis anteriores hablé de la expedición de Camisao, jefe brasilero que invadió las posesiones brasileras en poder de los paraguayos, llegando hasta Coimbra, de donde contramarchó, matando en su contramarcha toda la guarnición de Curumbá.
Fatigada esta columna por largas y penosísimas marchas, hostilizada en todas direcciones por los paraguayos que consiguieron arrebatarle sus arreos de ganado y caballadas habría logrado no obstante llegar con felicidad hasta el centro de los recursos brasileros. Pero durante su marcha de retroceso estalló el cólera en sus filas y sus estragos las diezmaron con el furor del horrible flagelo, reduciéndola de cerca de dos mil hombres, que eran a cuatrocientos, según se sabe por conductos paraguayos y brasileros.
Retirábase, dejando un rastro de cadáveres humanos deverados por la terrible peste, y eran pocos los que se hacían la ilusión de llegar con vida a su destino, cuando la columna hizo alto para descansar en su frondoso naranjal cubierto de fruta.
Famélicos y sedientos entregáronse al placer de devorar naranjas. _Hartarse de ellas y cesar el cólera_ fue todo uno.
El hecho ha tenido todos los caracteres del milagro y si bien no puedo determinar su causa eficiente puedo asegurar que ha llegado hasta mi con caracteres de autenticidad.
Qué hizo cesar el cólera como por encanto?
Las naranjas?
_That is the question_.
El problema que a la ciencia le toca resolver analizando, estudiando cual es la acción que las propiedades químicas de la dorada fruta pueden tener sobre la economía animal cuando esta se halla predispuesta al desarrollo del fenómeno morboso, que es un flagelo destructor para la humanidad y un enigma para los que han hecho coto de salvarla.
Yo pobre y mísero profano no puedo hacer más que consignar el hecho aun a riesgo de que se me rían en las barbas, diciéndome que he dado oídos a cuentos de viejas.
Tiempo, pesado; uno que otro cañonazo en la línea.
Los paraguayos siempre cavando.
Los rumore de paz han tenido preocupado a todo el mundo, y no han cesado. Los allegados a los generales en Jefe aseguran que López ha hecho proposiciones. Pero los Generales aseguran que no hay nada. Es sin embargo, una coincidencia asaz singular que estos rumores hayan aparecido al mismo tiempo que personas formales y autorizadas de Buenos Aires escribían que por mangas o por faldas la guerra no durarían quince días más.
Dígase lo que se quiera, no hay humo sin fuego, y por mi parte no concibo como es que una idea puede encarnarse en cuenta mil hombres sin más antecedentes que una quimera.
Opino, pues, que alguna obertura debe haber habido, y que la iniciativa ha venido del campo enemigo. Y me fundo, en que cuando llegó a este el secretario inglés se dijo-que el objeto ostensible de su viaje era reclamar la libertad de algunos súbditos británicos; pero que en realidad su principal propósito era sugerirle a López la idea de una transacción.
Nuestra situación no es tan crítica, como para que el jefe de E.M. brasilero, saliera a media noche y tomando en Itapirú un vapor se pusiera en viaje sin dilación. Para ir a representarle al Emperador la necesidad de enviar diez mil hombres más al teatro de la guerra no había necesidad de tanto apuro, mientras que una proposición de López, que salvando el honor de las armas aliadas y llenando los fines que nos propusimos al empuñarlas pusiese un término feliz a la guerra valía la pena de salir de aquí a cualquier hora, fletando en Itapirú el primer vapor que se presentara.
El trece, la escuadra de madera y la encorazada, salieron de su silencio, recordándonos que estaban en el río Paraguay, y durante algunas horas dirigieron sus bombas sobre Curupaytí, cruzando sus fuegos. Con qué éxito no lo sé. Supongo que con el de siempre. El _Cavichori_ periódico de caricaturas, dice que las bombas brasileras de la escuadra no producen más efecto que perturbar a los inofensivos cuervos que dormitan en los árboles. Exageración paraguaya!
El enemigo apenas contestó.
El 14 tuvimos un pasado. Es un muchachón fuerte, robusto, inteligente que ha prestado declaraciones de interés.
Ha formado parte de las fuerzas que estuvieron en Matto-Grosso, y se encontró el día 6 en el combate de caballería, que se inició en la avanzada de San Solano, saliendo derrotados los paraguayos.
El regimiento sableado fue el número 21. Hacía pocos días que había llegado de Matto-Grosso, y se estrenaba con los brasileros del ejército aliado, siendo derrotado completamente.
El prestigio de vencedores con que veían les imponía el doble deber de darle a López un triunfo parcial, que no ha conseguido obtener hasta ahora desde que nos movimos de Tuyutí.
Herido en sus esperanzas y en su amor propio aquél bárbaro, cuyo carácter lejos de quebrarse parece agriarse y endurecerse cada vez más, puso el sello a las crueldades de que son víctimas el ejército y el pueblo paraguayo, mandando fusilar a todos los jefes y oficiales del referido regimiento, que no habían salido heridos, castigar con cien palos a todos los sargentos y cabos y diezmar a la tropa, disolviendo el cuerpo, que fue distribuido entre diversos batallones de infantería.
La figura de Antonio Solano López, vencedor o vencido pasará a la posteridad como uno de esos caracteres llenos de salvaje energía varonil, inhumanos, siniestramente sombríos, bárbaros por educación, por inclinación y por sistema, y el pueblo paraguayo vencedor o vencido también será una enseñanza más para la humanidad. Y a despecho de los ideólogos habrá que reconocer, que la tiranía puede obtener de la especie humana los mismos esfuerzos que la libertad.
Triste es decirlo! Pero ese es el hecho. Y al contemplarlo, lo único que nos reconcilia con la raza a la que pertenecemos, es que si la servidumbre puede engendrar el heroísmo, -el heroísmo es siempre hermoso. Lo confieso, combato contra e ejército de López, con ese intenso ardor que infunde el horror al despotismo y la tiranía; pero simpatizo profundamente con el pueblo paraguayo por su martirio y su dolor sublimes.
Se ha movido anoche una columna compuesta de 1500 brasileros de caballería; un batallón de infantería brasilera montado, el regimiento argentino San Martín; el 3 de caballería de línea; el escuadrón al mando del Coronel Correa; el id al mando del Mayor Ascona; el id de paraguayos al mando del Mayor Recalde; y una partida de 27 vaqueanos.
El Jefe brasilero José Luis manda la fuerza brasilera y el general Hornos la argentina, y la expedición.
Es una operación combinada cuyo punto objetivo parece ser la Villa del Pilar. Van perfectamente montados, con pienso y raciones como para poder hacer una larga correría.
El General Hornos por su experiencia, su valor y sus cualidades magnéticas, como oficial de caballería es un hombre a propósito.
Quien puede verlo a caballo, aplomo sobre sus estribos, escarceando su corcel fogoso, con la lanza en la mano erguida la cerviz sobre su busto dórico, maciso, elegante en sus movimientos, como un jinete juvenil, a pesar de sus años, flotando al viento con su barba de nieve, que a su rostro bronceado por el sol de las batallas imprime esa solemne majestad que infunde veneración a las multitudes más irreverentes sin exclamar; ¿he ahí el tipo del verdadero hombre de guerra?
Suponiendo que el resultado material de esta operación, calculada de antemano, arreglada y combinada después de la correría practicada por el coronel Correa, sea desgraciado, -que es difícil, teniendo en vista lo mal montada que se halla la caballería enemiga, es indudable que está llamada a producir un gran efecto moral sobre el ejército de López.
El ha creído y lo ha asegurado así a sus soldados que nuestra acción se reduciría a amargarlo por sus líneas; que no intentaríamos penetrar en el interior, que no teníamos cómo hacerlo. Sin embargo, Tuyutí queda sólidamente guarnecido: cubierta eficazmente nuestra línea de comunicación; sitiadas las trincheras de Tuyú-Cué, con una gran reserva compacta y tupida como un bosque de acero, en el pueblito llamado así; y lo que es m{as asegurada nuestra _retaguardia táctica_ con un cuerpo de ejército de las tres armas en San Solano, a las órdenes del Brigadier Menna Barretto.
Que regrese el General Hornos y una nueva perspectiva se abrirá para el Ejército Aliado, que vuelvo a repetirlo, _debe bastarse a sí mismo_ a no ser que todavía duren las ilusiones sobre la cooperación de la armada.
Acompañan al general Hornos, el Ingeniero argentino Chodaciewie, y el Dr. Sutton del cuerpo médico argentino también.
Hasta esta hora que son las 3 p.m. no se ha oído tiroteo, y como amaneció nublado, llovió después y salió el sol enseguida, la evaporación de la tierra, oscureciendo la atmósfera no permite ver a la distancia. No sabemos pues si la caballería de observación enemiga se ha movido o no.
Mi opinión es que el General Hornos si es hostilizado lo será en su retirada. Es de sentir que a su columna no se haya agregado una batería volante o en su defecto algunas coheteras.
El cólera disminuye en el ejército brasilero. Ha habido hasta treinta casos diarios. Ninguno en el ejército argentino.
Ahora hay un poco de sarampión, y en el ejército enemigo parece que ha dos plagas.
Apropósito de cólera, voy a consignar una observación que puede despertar el interés de la ciencia médica. Conocemos el hecho por conductos fidedignos.
Se recordará que en una de mis anteriores hablé de la expedición de Camisao, jefe brasilero que invadió las posesiones brasileras en poder de los paraguayos, llegando hasta Coimbra, de donde contramarchó, matando en su contramarcha toda la guarnición de Curumbá.
Fatigada esta columna por largas y penosísimas marchas, hostilizada en todas direcciones por los paraguayos que consiguieron arrebatarle sus arreos de ganado y caballadas habría logrado no obstante llegar con felicidad hasta el centro de los recursos brasileros. Pero durante su marcha de retroceso estalló el cólera en sus filas y sus estragos las diezmaron con el furor del horrible flagelo, reduciéndola de cerca de dos mil hombres, que eran a cuatrocientos, según se sabe por conductos paraguayos y brasileros.
Retirábase, dejando un rastro de cadáveres humanos deverados por la terrible peste, y eran pocos los que se hacían la ilusión de llegar con vida a su destino, cuando la columna hizo alto para descansar en su frondoso naranjal cubierto de fruta.
Famélicos y sedientos entregáronse al placer de devorar naranjas. _Hartarse de ellas y cesar el cólera_ fue todo uno.
El hecho ha tenido todos los caracteres del milagro y si bien no puedo determinar su causa eficiente puedo asegurar que ha llegado hasta mi con caracteres de autenticidad.
Qué hizo cesar el cólera como por encanto?
Las naranjas?
_That is the question_.
El problema que a la ciencia le toca resolver analizando, estudiando cual es la acción que las propiedades químicas de la dorada fruta pueden tener sobre la economía animal cuando esta se halla predispuesta al desarrollo del fenómeno morboso, que es un flagelo destructor para la humanidad y un enigma para los que han hecho coto de salvarla.
Yo pobre y mísero profano no puedo hacer más que consignar el hecho aun a riesgo de que se me rían en las barbas, diciéndome que he dado oídos a cuentos de viejas.
Tiempo, pesado; uno que otro cañonazo en la línea.
Los paraguayos siempre cavando.
Fecha válida
1867-09-25