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"Teatro de la guerra. Campamento Tuyu-Cué. (Correspondencia de "La Tribuna")"

Item

Código de referencia

AR-BN-PIP-CLVM-PRE-lt-Nº000

Fechas

30-08-1867

Título/Asunto

"Teatro de la guerra. Campamento Tuyu-Cué. (Correspondencia de "La Tribuna")"

Nombre de publicación/Lugar

La Tribuna - Buenos Aires

Alcance y Contenido

Artículo publicado en La Tribuna el 30 de agosto de 1867, nro. 4073, p. 2, columna 3. Sección: “Teatro de la guerra”. Con fecha del 17 de agosto y la firma de Tourlourou (seudónimo). Novedades de la escuadra que cruzó Curupaytí. Estado de la tropa y bajas ocurridas durante el cruce. Bombardeos sostenidos desde y hacia el campamento aliado. Hace un llamamiento a la paciencia de los argentinos, y a la confianza en el triunfo, a pesar del desorden y la imprevisión de los oficiales brasileños. Supone que el enemigo se está reagrupando en Humaitá.

Idioma

Español

Firma /Seudónimo

Tourlourou (Seudónimo de Lucio V. Mansilla)

Nivel de descripción

UD Simple

Volumen y Soporte

1 ejemplar - Digital

Tipología documental

Artículo

Nombre del creador

PIP Mansilla

Nota de investigación

Existencia y localización de originales

Original en poder de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional "Mariano Moreno"

Transcripción

*Campamento Tuyu-Cué*
Agosto 17 de 1867
(CORRESPONDENCIA DE LA “TRIBUNA”)

Las noticias que tenemos de la escuadra, son que el paso de Curupaytí costó diez heridos, dos muertos, incluyendo entre los primeros el Comandante del _Tamandaré_.
El encorazado _Tamandaré_ sufrió grandes averías en su máquina. Fue necesario sacarlo del canal a remolque.
Los paraguayos lo creyeron perdido por un momento. Por eso sin duda gritaban en las líneas de Tuyutí: vengan a buscar el vapor que les hemos tomado!
El enemigo sigue trabajando en las líneas, oeste del cuadrilátero, con gran actividad.
En el naranjal del _paso Pucú_, cuartel general de López, están construyendo un mangrullo mucho más alto que el nuestro del paso Canoa, que tiene 9 ½ varas de elevación, y haciendo a gran prisa un mamelón de tierra, que ya tiene la misma altura de un _timbo_ que no medirá menos de ocho a once varas, que está al lado. Esta obra se halla dentro de las líneas, de modo que no es posible conjeturar todavía si su objeto es colocar en ella piezas de largo alcance para bombardear nuestro campo o simplemente dominar los aproches de la trinchera.
Desde el día que subió la escuadra encorazada no cesa de tronar el cañón de Humaitá y el de los brasileros. Ayer fue más vivo el fuego de estos, hoy lo ha sido el de los paraguayos.
De Curupaytí, se han hecho también algunos disparos sobre la escuadra de madera, que esta ha contestado, --de modo, que aunque la _primera gran división naval_ ha forzado el paso de Curupaytí, el enemigo parece dispuesto a sostenerse en él para evitar que la escuadra encorazada reciba impunemente provisiones, carbón, pertrechos y auxilios de abajo.
Algunas bombas de la escuadra han estallado ya a inmediaciones de Humaitá.
Las del enemigo siguen cayendo de vez en cuando en nuestro campo, particularmente alrededor del naranjal del cuartel general, aunque sin haber hecho daño alguno hasta ahora.
La escuadra se ocupa indudablemente de reconocer las inmediaciones del paso de Humaitá. Mientras no se sepa si es practicable forzarlo aun a costa de algunos sacrificios las operaciones tienen que reducirse a esperar. Efectivamente, para los cálculos del General en Jefe la base del dominio o no dominio del río es esencial.
Repito, pues, ahora, lo que dije días pasados: es necesario que el país modere su impaciencia, esperanzado en el triunfo de nuestras armas, que no hacen sino adquirir ventajas materiales y morales desde que el ejército se movió de Tuyutí, a pesar del desorden de los brasileros y de la imprevisión de sus Generales, quienes no han podido hasta ahora organizar una simple arria de mulas para conducir el forraje para sus mulas, caballos y bueyes, cuya mortandad es tal que si no reciben algunas fuertes remesas pronto, antes de quince días no podrán montar mil quinientos hombres de caballería, ni mover su material. Y es preciso verlo para saber lo que es el material de un ejército brasilero.
Dicese aquí, y es por consiguiente seguro, que algunos lo escribirán a Buenos Aires y a todas partes, que por el _Chaco_ marcha una división a cortar la _cadena de Humaitá_. Ya anuncié en mi anterior está división y sus fines inmediatos y prácticos.
Ahora, para que cada cual se atenga a su propio criterio y la quimera quede reducida a sus formas y proporciones reales, diré, que la cadena de Humaitá que se apoya en la costa del Chaco está sostenida por la escuadra enemiga, cuyos palos se ven desde aquí. López nos ha dado hasta ahora sobradas pruebas de astucia y previsión para no haber previsto el caso de un amago por el Chaco.
No quisiera hacer castillos en el aire; pero unos fuegos que he notado estas últimas noches del lado de Tuyutí me parecen precursores de una reconcentración del enemigo, sobre sus líneas de Humaitá. Si lo hace quedará más fuerte, porque reducirá la latitud del cuadrilátero, necesitando menos fuerza para guarnecerlo.
Va a ponerse el sol. No hay más novedad.
Sigue sonando el cañon hacia Humaitá, sin poder percibirse bien, hasta ahora, si el fuego parte de Humaitá mismo, o de baterías colocadas antes de la vuelta de aquel nombre, es decir al sur o abajo de Humaitá, aunque muy cerca.

_Tourlourou._

Fecha válida

1867-08-30