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"Teatro de la guerra. Correspondencias de "La Tribuna". Tuyu-Cué"

Item

Código de referencia

AR-BN-PIP-CLVM-PRE-lt-Nº000

Fechas

13-08-1867

Título/Asunto

"Teatro de la guerra. Correspondencias de "La Tribuna". Tuyu-Cué"

Nombre de publicación/Lugar

La Tribuna - Buenos Aires

Alcance y Contenido

Artículo publicado en La Tribuna el 13 de agosto de 1867, nro. 4059, p. 2, columna 2. Sección: “Teatro de la guerra”. Con fecha del 3 de agosto y la firma de Tourlourou (seudónimo). Lamenta la pasividad del marqués de Caxias. Mitre intenta recuperar la ventaja perdida. Correrías y reconocimiento del terreno de la caballería aliada. Conjetura acerca del efecto moral que estos movimientos tendrán en el ejército paraguayo. Nueva toma de prisioneros. Cañonazos en Curupaytí.

Idioma

Español

Firma /Seudónimo

Tourlourou (Seudónimo de Lucio V. Mansilla)

Nivel de descripción

UD Simple

Volumen y Soporte

1 ejemplar - Digital

Tipología documental

Artículo

Nombre del creador

PIP Mansilla

Nota de investigación

Existencia y localización de originales

Original en poder de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional "Mariano Moreno"

Transcripción

*Tuyu-Cué*
Agosto 3 de 1867
10 de la noche.
Con la llegada del General en Jefe se está recuperando todo el tiempo perdido.
El Marqués de Caxias no supo sacar ventajas de la marcha que con tanta facilidad y felicidad realizó el ejército aliado. Mantuvo nuestra selecta y numerosa caballería a la pretina, aglomerada, inmóvil, en lugar de lanzarla como el rayo en todas direcciones, a fin de reconocer el terreno y sorprender al enemigo con nuestra audacia.
Muy difícil es ser un General completo. El Marqués es organizador, severo, íntegro. Pero carece de ese instinto propio de los grandes capitanes.
La presencia del General en Jefe del ejército aliado ha venido a ponerlo en evidencia.
Nuestra línea de comunicaciones no estaba asegurada, porque no se tomó medida alguna para que el enemigo no nos incomodara por la espalda, y ahora si ya no le está del todo no tardará mucho en estarlo.
No conocíamos sino el terreno que pisábamos y ahora dominamos y conocemos un área inmensa de tierra paraguaya.
Hasta el día en que llegó el General en Jefe la caballería permaneció petrificada. Pero el General Mitre recordó el dicho del Mariscal de Sajonia, --todo el arte de la guerra está en las patas, -- y una de sus primeras preocupaciones ha sido mover la caballería, confiado en su espíritu y en el nervio que le dan sus briosas y potentes cabalgaduras.
Según la declaración de un prisionero, el enemigo guardaba el paso del Estero hondo con fuerzas considerables. Un reconocimiento era absolutamente indispensable, necesario. No hacerlo sin demora teniendo medios de movilidad adecuados y superiores a los del enemigo habría sido una falta gravísima, cuyas consecuencias no se pueden calcular.
La operación se resolvió pues, ayer por la mañana, reconcentrándose sigilosamente _tres mil hombres_ de caballería en Tuyu-Cué, 600 argentinos, 2400 brasileros, bajo las órdenes del General Castro y esta mañana a la diana se pusieron en marcha en dirección al paso del Estero Hondo, donde hay un puente, -- paso preciso de la línea de comunicación de López.
Columna de caballería más imponente jamás he visto en nuestro país; armada, equipada y montada sin dejar nada que desear, ¡difícil era resistir a su empuje!
En el lugar denominado _Curuzú_, de este lado del referido puente se encontró con el enemigo. Eran estos cuatro escuadrones de 200 hombres.
Dos regimientos brasileños los cargaron y hubo un choque. Los brasileños dieron vuelta caras. Pero apoyados por sus reservas se cambió el cuadro. Los paraguayos huyeron en dirección al paso. Una columna se destacó a disputárselos. Tuvieron pues que desbandarse en todos sentidos, guareciéndose la mayor parte en un bosque cercano.
Nuestra caballería pasó el Estero, hizo una correría a retaguardia de Humaitá, llegando hasta dos leguas del Pilar, y después de destruir el telégrafo que va a la Asunción, en tres partes, contramarchó.
Los resultados materiales de esta bonita operación son:
150 muertos, cerca de 50 prisioneros, mil cabezas de ganado, alguna caballada, dos carretas de munición, un considerable número de herramientas y muchas familias de los alrededores a las que se les dejó entera libertad para internarse.
Nuestras pérdidas son insignificantes. Peligrará la verdad para la generalidad, diciendo que solo hemos tenido un muerto y ocho heridos. Pero los hombres de guerra que conocen cuán vidriosa es el arma de caballería no lo extrañarán.
Menos sangre hubiese podido derramarse. Pero el despotismo ha inoculado en este pueblo varonil una pasión fanática, y los valientes paraguayos no se rinden, --mueren antes. Los heridos hacen fuego después de derribados y aun después que nuestras columnas victoriosas marchan adelante.
Los efectos morales de este hecho de armas van a tener gran repercusión en las filas de López y en todo el país. Intentará desfigurarlo; mas no podrá, porque ha tenido por testigo una parte del mismo pueblo paraguayo, las familias que han sido dejadas en completa libertad, a pesar que muchas de ellas querían venir a nuestras filas.
No sé aún lo que dicen los prisioneros. Supongo que lo mismo que los anteriores.
López sigue poniendo abatís y astillando su línea. ¿Qué hará ahora viendo que nuestra caballería ha forzado sus líneas y que la suya no puede competir con ella? A mi juicio si López se inmoviliza está perdido. Aconsejo sin embargo que el furioso pueblo argentino que nos acompaña con sus votos no se impaciente.
La operación dirigida por el Marqués de Caxias se ha frustrado en parte por su falta de iniciativa y ahora que el enemigo conoce en parte nuestro plan todo se hace más difícil, siendo necesario hermanar la audacia a la prudencia, la actividad a la previsión.
El chasque sale, no tengo tiempo para más.
En Curupaytí uno que otro cañonazo.
Grandes fuegos en la línea enemiga. Parece que queman sus cuarteles de Tuyutí.
¡Adiós!
_Tourlourou_.

Fecha válida

1867-08-13