La Reforma
Fundada el 1 de octubre de 1875 por José Segundo Decoud, La Reforma integra el conjunto de periódicos creados en Asunción del Paraguay luego de finalizada la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870) y es, entre ellos, el de vida más prolongada, extendiéndose hasta marzo de 1885. Exiliado en Buenos Aires durante el gobierno de Carlos Antonio López, opositor a Francisco Solano López durante la guerra y liberal de simpatías argentinas, posteriormente mentor intelectual del líder Bernardino Caballero y uno de los ideólogos del Partido Colorado (1887), Decoud -afirma Beatriz González de Bosio en Periodismo escrito paraguayo (1845-2001). De la afición a la profesión (Intercontinental Editora, 2001)- “jugó un rol gravitante en la política nacional de posguerra”. Según precisan González de Bosio en el mismo libro y Juan Crichigno en Diarios del Paraguay (Asunción, s/n, 2010), La Reforma se fundó para apoyar la candidatura de Juan Bautista Gill, que gobernó Paraguay en su segundo período constitucional, desde 1874 hasta su asesinato en la vía pública en 1877, y para explicar su programa de acción en un momento muy difícil en la vida económica del país; entre las medidas que Gill estaba interesado en informar a través de sus páginas se cuentan las propuestas de Decoud y de Benjamin Aceval (otro de sus redactores) para limitar la inflación y promover la competitividad de los productos paraguayos. Como informa Crichigno (ibidem), el periódico deriva su nombre justamente de la Comisión Redactora de Proyectos de la Reforma, que fue creada para impulsar los cambios de rumbo en el gobierno. En un formato de cuatro páginas, incluía editoriales, avisos, algún poema en ciertos números, solicitadas, disputas judiciales y cartas a la redacción. “Su desaparición -dice Crichigno- responde al nacimiento de un nuevo escenario político en el país, con la influencia decisiva de[l caudillo Bernardino Caballero], y en el campo económico, la privatización de los bienes inmuebles del Estado” (ibidem).
Según María Victoria Baratta, La Reforma era de los periódicos que anunciaba con ansiedad la desocupación de las tropas aliadas en 1876, indispensable, en opinión de Decoud y la redacción, para salir de la crisis económica y para entrar al mundo moderno como país independiente y soberano (“Representaciones de la posguerra. Soberanía, nación e independencia en la prensa paraguaya durante la ocupación aliada, 1869-1876”.Boletín Americanista, n. 73, 2016). Como precisa González de Bosio, las tropas imperiales brasileñas se marcharon de la capital y del país en junio de 1876, y las argentinas lo hicieron en 1878, luego del arbitraje internacional del presidente de los Estados Unidos, Rutherford Hayes, que en su fallo determinó que la Villa Occidental, situada en el Chaco Boreal y tomada por las fuerzas argentinas terminada la Guerra, volviera al dominio paraguayo.
Ese fallo se ordenó el 12 de noviembre de 1878, mientras Lucio V. Mansilla era Gobernador de los Territorios del Chaco. Villa Occidental, a partir de entonces denominada Villas Hayes, fue entregada oficialmente por Argentina al Paraguay el 14 de mayo de 1879. Al día siguiente, Luis J. Fontana asume como gobernador de Chaco en ejercicio, en reemplazo de Mansilla. En paralelo, Mansilla colabora en La Reforma en los meses de diciembre de 1878 y enero de 1879, mientras a la par de sus funciones de Gobernador del Chaco se encuentra dirigiendo trabajos de exploración y explotación minera en las serranías de Amambay y Maracayú, gracias a una concesión obtenida, junto con su socio Mauricio Mayer, del gobierno paraguayo. En la sección “Literatura”, y siempre en la primera página, publica una serie de artículos escritos como elaboración literaria de los descubrimientos, las experiencias y los episodios que tienen lugar en el marco de esa empresa. Como lo muestran los ejemplares disponibles en la Biblioteca Nacional de Paraguay, estos artículos, que integran lo que llamamos “la serie del oro”, fueron publicados simultáneamente -a veces antes, a veces después, con muy pocos días de diferencia-, en El Nacional de Buenos Aires. Dos de ellos, “En chata” y “¡Esa cabeza toba!” solo se localizaron en los ejemplares disponibles de La Reforma. Años más tarde, entre 1889 y 1890, Mansilla los irá recogiendo en los volúmenes de Entre-nos, junto con las causeries que publicaba en el diario Sud-América desde 1888. Sandra Contreras.